El estado de Nueva York es uno de los más diversos de todo Estados Unidos, hogar de un crisol de razas, religiones y etnias. Pero su departamento policial es mayormente blanco, lo que algunos atribuyen a un racismo sistémico.
De más de 4.700 agentes que tiene esa fuerza policial, sólo el 4% son negros y 6% son hispanos, porcentajes ínfimos comparados con los de la población general, 16% negra y 19% hispana.
Varios efectivos miembros de minorías denunciaron ante The Associated Press que la discriminación racial permea a la policía estatal, pese a la orden de un juez en la década de 1970 de diversificarla.
Michael Marin, un hombre de raza negra que trabajó como investigador para la policía estatal, recordó un incidente en el 2008 en que un colega de raza blanca le amonestó diciéndole: “Deja de actuar como campesino algodonero”.
“Me habló como si yo fuera un campesino”, relató Marin, quien se jubiló en 2019. “En ese entonces no pareció nada extraño porque así era trabajar allí”.
Lethonia Miller, quien fue agente de la policía estatal, presentó una queja contra un supervisor blanco por usar repetidamente un insulto racista en su presencia.
“La cultura de la policía estatal era sistemáticamente racista ... No importaba dónde estaba o qué estaba haciendo, siempre me recordaban que yo era negro”, afirmó Miller, quien se jubiló en 2016 y demandó a la policía estatal acusándola de tomar represalia.
“Es deprimente cuando uno trabaja lo mejor que puede y aun así te consideran inferior a los colegas blancos. Cada vez que escuchaba esa palabra era como si me dijeran ‘tú eres de segunda clase’”, añadió.
Los comandantes actuales de la fuerza reconocen que la falta de diversidad es un problema, especialmente en esta época en que la sociedad estadounidense atraviesa por un período de reflexión sobre su pasado racista.
“No es posible hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado distinto”, declaró en una entrevista el comandante interino Kevin Bruen.
“Somos una patrulla estatal, así que nuestra composición étnica debería aproximarse a la del estado en general. Decir que esa es una prioridad para mí no llega ni cerca de la verdad”, añadió Bruen.
El estado de Nueva York no es el único donde la policía estatal tiene una composición étnica desigual comparada a la población en general. Todas las 38 policías estatales que entregaron a la AP su información demográfica mostraban una composición desproporcionadamente blanca comparada con la población del estado.