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Una mujer que fue detenida en un parque temático de Orlando (Florida) y acusada por llevar en su cartera un envase con aceite de cáñamo para la artritis presentó una demanda contra Disney y la Policía, entre otros, en la que reclama sumas millonarias por daños y perjuicios para ella y su familia.
La querella fue presentada ante el tribunal del noveno circuito de Florida en nombre de Hester Burkhalter y los cuatro miembros de su familia que estaban con ella cuando se produjo el "equivocado y traumático arresto", según las palabras de su abogado, Ben Crump.
Burkhalter, que tiene 70 años y reside en Carolina del Norte, visitó en abril de 2019 los parques de Disney en Orlando junto a su esposo Arthur y su hija Brandy, ambos con discapacidades, además de Airah y Gabrielle, dos menores adoptados.
El segundo día de la visita fueron al parque Magic Kingdom y en un control de seguridad rutinario un empleado vio el frasco de aceite en su cartera y la separó de su familia y avisó a la Policía.
Después fue detenida, llevada a la comisaría, donde pasó 12 horas, y acusada de un delito penal.
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En el envase de la botella decía "cero THC", que es el elemento del cáñamo con efectos psicotrópicos (marihuana), diferente al CBD que se usa con fines medicinales y es lo que contenía el aceite que llevaba Burkhalter, señala la demanda.
Un primer test realizado a la sustancia que había en el frasco dio negativo a THC, pero otro realizado posteriormente por la Oficina del Alguacil del condado de Orange dio positivo.
La Oficina del Alguacil llegó a decir que se trataba de hachís, según la demanda, en cuyas páginas se resalta que el "único delito" cometido por Burkhalter es su "deseo de aliviar el dolor artrítico" con un aceite de cáñamo recomendado por un médico mientras pasaba unas vacaciones con su familia en Orlando.
Crump, un conocido abogado floridano de derechos civiles, se explaya en la demanda en las acciones "imperdonablemente arbitrarias y crueles" para quitarle a una persona su "libertad física, su dignidad personal y su buen nombre" realizadas por agentes del orden y una empresa multinacional y multimillonaria.
Los demandados son ejecutivos de Disney, tanto a título personal como por sus cargos corporativos, representantes del Distrito Reedy Creek y los Departamentos de Policía y del Alguacil del condado Orange y sus jefes.
La demandante principal tuvo que pagar una fianza de 2,000 dólares para quedar en libertad, aunque posteriormente la fiscal del condado retiró las acusaciones contra ella.
"Los sucesos desgraciados que han motivado esta demanda -señala el texto- 'muestran detrás de la cortina' la crueldad casual y la ineptitud imperdonable que yace en el frío corazón corporativo de Disney".
Burkhalter reclama seis millones de dólares por daños personales y 12 millones en daños punitivos, mientras su esposo, su hija y los dos menores piden un millón de dólares cada uno por el estrés emocional que sufrieron viendo el arresto "ilegal" de ella y lo que siguió y tres millones más por daños punitivos.
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