Ex empleados de Kamala Harris la han acusado de llevar un ambiente laboral tóxico en sus oficinas desde hace casi una década cuando trabajó como senadora y fiscal en California.
Estos señalamientos surgen después de un informe publicado por Politico en donde se dijo que normalmente hay una atmósfera de trabajo “abusiva” en la oficina de la actual vicepresidente de Estados Unidos promovida por la misma Harris, hasta el punto de tratar a los empleados como “una basura”.
“Tantas personas se reconocieron a sí mismas en él, o reconocieron el tratamiento que habían visto el tratamiento del que habían oído hablar”, dijo un ex empleado de Harris en entrevista con Business Insider.
Los ex empleados de Kamala, cuando era fiscal en San Francisco entre 2004 y 2011, dijeron que solía ser “impredecible y en ocasiones degradante” durante los días de trabajo, en especial cuando ella no obtenía lo que pedía lo suficientemente rápido o como a ella le gustaba que se hicieran las cosas.
De acuerdo con Barbara O’Conor, profesora de comunicaciones de la Universidad Estatal de California en Sacramento, al menos 20 pasantes habían acudido a ella llorando porque “sentían que no eran valorados” cuando trabajaron dentro de las oficinas del procurador y del Senado.
Por su parte, una asistente del equipo de Harris cuando era fiscal reveló que de forma constante había “una sensación de paranoia en la oficina” ya que nunca se sabía cuándo Harris iba a criticar a sus empleados, a tratarlos mal, a colgarles el teléfono o a despreciar su trabajo.
Cuando los trabajadores no tenían los informes que Kamala solicitaba para las sesiones, ella cancelaba las reuniones y los responsabilizaba aunque no tuvieran la culpa o no hubieran tenido el tiempo suficiente para hacerlos; los trataba “con mucho abuso verbal porque no estaba preparada”.
El informe previo de Politico, que desencadenó las recientes acusaciones, señala que la jefa de gabinete, Tina Flournoy, creó una “cultura de culpa” en el equipo de trabajo en el que Harris está involucrada actualmente y en el que es común que “las ideas se ignoren y haya duros despidos”.
Sin embargo, Flournoy no es el problema para los empleados, sino Kamala Harris, se lee en el informe de Politico.
Las actuales tensiones en la oficina vicepresidencial se desbordaron en junio, cuando Harris decidió viajar la frontera con México, ya que tomó por sorpresa a los funcionarios encargados de organizar el viaje, así como a asistentes y asociados de Joe Biden y a otras personas.
Según Politico, el ambiente antes y durante el viaje fue “tenso, con líneas de comunicación porosas y una confianza disminuida”.
“No es un entorno saludable y la gente a menudo se siente maltratada. No es un lugar donde la gente se sienta apoyada, sino un lugar donde la gente se siente tratada como una basura”.
Después de la publicación del informe, la Casa Blanca defendió a Harris, señalando que las acusaciones son parte de una “campaña de susurros diseñada para derribarla”.
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