El exjugador del FC Barcelona Dani Alves ha reconocido este lunes ante la jueza que mantuvo relaciones sexuales consentidas, por vía vaginal y oral, con la joven que lo denunció por violarla en la discoteca Sutton de Barcelona y ha aducido que mintió en su primera declaración para ocultar su infidelidad ante su esposa.
Según han informado fuentes jurídicas, el futbolista, que está en prisión preventiva desde el pasado 20 de enero, ha declarado esta mañana durante cerca de media hora, por segunda vez y a petición propia, ante la titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona que lo investiga por la presunta violación.
Alves, que en su primera declaración ante la magistrada que lo envió a prisión esgrimió hasta tres versiones distintas de los hechos, ha reconocido hoy por primera vez que mantuvo relaciones sexuales con la joven por vía vaginal y oral en la discoteca Sutton -hasta ahora sólo había admitido una felación- pero que fueron consentidas.
El futbolista brasileño, que ha sido conducido al juzgado por los Mossos d'Esquadra desde la cárcel de Brians 2 donde lleva tres meses interno, ha expuesto su versión definitiva sobre lo sucedido en la discoteca Sutton el pasado 30 de diciembre, en una comparecencia que se ha iniciado con su relato de los hechos y ha proseguido con las preguntas de las partes, a las que no ha tenido reparos en contestar.
El objetivo de la declaración solicitada por el futbolista, tras la que su defensa volverá a pedir su puesta en libertad provisional, era aclarar las contradicciones en la que incurrió cuando fue interrogado en el juzgado tras su detención, uno de los motivos en los que la instructora fundamentó su ingreso en prisión.
En esa comparecencia del pasado 20 de enero, el deportista mantuvo inicialmente que no conocía a la víctima, admitió después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos y finalmente, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, sostuvo que la chica le había practicado una felación, de forma consentida.
En el recurso que presentó, sin éxito, para salir de prisión, el deportista brasileño se aferró a la versión de que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la denunciante, sin más concreciones.
Alves ha argumentado que en su declaración inicial en el juzgado mintió porque tenía la obsesión de ocultar su infidelidad ante su esposa, la modelo Joana Sanz, quien el mes pasado anunció a través de las redes sociales su intención de separarse de él tras ocho años de matrimonio.
El internacional brasileño ha admitido, además, que mantuvo relaciones sexuales por vía vaginal con la joven, una versión que reconoce por primera vez después de que las pruebas biológicas confirmaran que la víctima tenía restos de semen del futbolista en sus partes íntimas.
Según ha mantenido su defensa en un comunicado remitido a los medios, ante la jueza el futbolista ha hecho hincapié en que siempre es "respetuoso" en su relación con las mujeres y que nunca emprende un acercamiento si no aprecia una "predisposición" clara a mantener una relación íntima.
El futbolista ha detallado, añade su defensa, que al constatar que entre ambos existía "química", propuso a la denunciante seguir intimando en un lugar más privado, en concreto el baño del reservado, del que entraron y salieron por separado.
Las relaciones sexuales que mantuvieron dentro del baño, ha destacado, fueron libres y voluntarias, sin que en ningún momento la joven le pidiera detener la relación.
Alves ha añadido, según su defensa, que ignora por qué motivo la joven lo ha denunciado por violación, pero ha apuntado que la chica pudo sentirse ofendida con él por no haber sido "atento ni afectuoso" cuando terminó la relación y él le pidió que salieran del baño separados, por discreción.
El pasado 21 de febrero, la Audiencia de Barcelona acordó mantener en prisión preventiva a Dani Alves, al apreciar un "elevado" riesgo de fuga y estimar que los indicios que le inculpan son "severos" y "diversos".