Un policía jubilado de Nueva York fue sentenciado el jueves a 10 años en prisión por atacar el Capitolio federal y usar un asta de metal para agredir a uno de los agentes que intentaba controlar a la turba de simpatizantes de Donald Trump.

La sentencia a Thomas Webster, de 56 años, es la más larga hasta el momento entre las casi 250 personas que han sido condenadas por sus actos durante la revuelta del 6 de enero de 2021. Otras sentencias largas habían sido de siete años y tres meses de cárcel.

Webster, veterano de 20 años en el Departamento de Policía de Nueva York, fue el primero de los participantes en la revuelta en el Capitolio en ser acusado de agresión y el primero en presentar un argumento de defensa propia. Un jurado rechazó las afirmaciones de Webster de que se estaba defendiendo al momento de derribar al agente del Departamento de Policía Metropolitana Noah Rathbun y tomar su máscara antigás el día de la insurrección.

El juez federal Amit Mehta sentenció a Webster a 10 años en prisión y otros tres de libertad supervisada. Le permitió al acusado reportarse en la cárcel en una fecha por determinarse en lugar de ordenar su detención inmediata.

“Señor Webster, no creo que usted sea una mala persona”, manifestó el juez. “Creo que se dejó llevar por el momento. Pero, como bien sabe, incluso dejarse llevar por el momento tiene consecuencias”.

Webster volteó para disculparse con Rathbun, quien estuvo presente en el tribunal pero no se dirigió al juez. Webster dijo que desearía nunca haber venido a Washington D.C.

“Desearía que los horribles eventos de ese día nunca hubieran sucedido”, le dijo al juez.

El juez señaló que Rathbun no fue la única víctima de Webster el 6 de enero.

“La otra víctima fue la democracia, y eso es algo que no se puede tomar a la ligera”, añadió Mehta.

La fiscalía había recomendado una sentencia de 17 años y seis meses en prisión.

En un documento ante la corte, los fiscales acusaron a Webster de “deshonrar a una democracia por la que alguna vez luchó honorablemente para servir y proteger”. Webster encabezó la carga contra las barricadas policiales en la plaza oeste del Capitolio. Los fiscales compararon el ataque con una batalla medieval en la que los manifestantes arrojaron proyectiles improvisados y se enfrascaron en combates mano a mano con los agentes.

“No hay nada que pueda explicar o justificar la ira del señor Webster. No hay nada que pueda explicar o justificar su violencia”, dijo la fiscal asistente Hava Mirell.

El abogado defensor James Monroe afirmó en un documento presentado ante la corte que la turba fue “dirigida por políticos sin escrúpulos” y otras personas que promovieron la mentira de que a Trump se le robó la elección presidencial de 2020. Se preguntó por qué los fiscales argumentaron que Webster no merecía indulgencia por sus 25 años de servicio a su país y a la ciudad de Nueva York.

“Así no es como medimos la justicia. Esto es una venganza”, declaró.

Monroe se retiró del Departamento de Policía de Nueva York en 2011 luego de 20 años de servicio, en los que incluso fue parte del equipo de seguridad del alcalde Michael Bloomberg. Fue miembro del cuerpo de Infantería de Marina de 1985 a 1989.

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