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Donald Trump está llegando a la recta final de su mandato como presidente de Estados Unidos con la expectativa de reelegirse en las próximas elecciones del 3 de noviembre.
Al igual que muchos presidentes de la nación más poderosa del mundo, Trump ha experimentado los gajes del oficio relacionados al envejecimiento acelerado debido al estrés y pesadas jornadas de trabajo todos los días a todas horas.
Su antecesor, Barack Obama, ha sido una de las víctimas más obvias del desgaste laboral, pasándole factura al aspecto joven del que presumía cuando inició su presidencia, para terminar con un físico más delgado, un cabello más gris y líneas de expresión más marcadas.
Este desgaste no sólo se queda en la edad o en los cuatro u ocho años que duran en el poder, sino que significa algo más.
De acuerdo con una investigación hecha por Harvard y retomada por The New York Times, dirigir una nación puede acortar hasta tres años las vidas de los líderes y dejarles estragos físicos durante y después de su mandato hasta conducirlos a una muerte prematura.
Los efectos en la longevidad, analizados por el equipo de trabajo del doctor Anupam B. Jena de la Facultad de Medicina de Harvard, fueron comparados con los candidatos que nunca llegaron a cubrir un puesto político de gran envergadura o que ocuparon otros cargos menos significativos dentro del gobierno.
Dicho esto, a continuación te dejamos cuatro fotos de los cuatro años que Trump ha sido inquilino de la Casa Blanca que demuestran cómo le ha afectado físicamente liderar una potencia mundial.
El magnate tenía 70 años cuando asumió el cargo de forma oficial a su llegada a la Casa Blanca en 2017, siendo el presidente más grande en hacerlo.
Foto: AP
Luego de un año de presidencia, Trump comenzó a mostrar un físico más ‘delgado’, pero no lo suficiente para dejar de lado el diagnóstico de obesidad. Hasta junio de 2020 el líder de EU reportaba un peso de 110 kilos.
Foto: AP
Durante 2018, el empresario fue fotografiado un sinfín de ocasiones con su característico bronceado más intenso y su cabellera retocada de rubio para ocultar sus evidentes canas, incluso surgieron rumores sobre si el presidente utilizaba peluquines.
Foto: AP
Ahora, con poco más de 74 años, su aspecto no se ve significativamente cambiado. En realidad, ha mantenido su imagen con bronceados y retoques en el cabello.
Según sus declaraciones de impuestos en las últimas décadas, Trump suele invertir en el cuidado de su cabello y peluquería cerca de los $70 mil dólares al año.
Hasta el momento sigue cuidándolo y retocándolo con rubios claros, sólo para cubrir las canas; cabe resaltar que su color natural o al menos el que lucía allá por los noventa era más oscuro de lo que es hoy en día.
Lo único evidente en pleno 2020 y antes de las elecciones son sus líneas de expresión principalmente en el ceño, las llamadas ‘patas de gallo’ y junto a los ojos.
Foto: AP
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