Una cuarta dosis de las existentes vacunas mRNA contra el covid-19 pueden tener apenas "beneficios marginales" para los adultos jóvenes y sanos, según un nuevo estudio israelí publicado el miércoles.
Los autores del estudio, dirigido por Gili Regev-Yochay, escribieron que su investigación parece indicar que las ventajas de las tres dosis de la vacuna diseñada contra la cepa original del coronavirus habían tocado techo en términos de respuesta inmunitaria.
Además, los refuerzos adicionales solo restablecían la inmunidad disminuida, en lugar de llevarla a nuevas cotas.
"Observamos una baja eficacia de la vacuna contra las infecciones en los trabajadores sanitarios, así como cargas virales relativamente altas que sugerían que los infectados eran infecciosos. Por lo tanto, una cuarta vacunación de trabajadores sanitarios jóvenes y sanos puede tener solo beneficios marginales", señalaron.
La investigación, publicada en el New England Journal of Medicine, evaluó a 270 trabajadores sanitarios del Centro Médico Sheba de Tel Aviv que recibieron una segunda dosis de refuerzo de las vacunas Pfizer o Moderna, cuatro meses después de recibir inicialmente tres vacunas Pfizer.
Se comparó la edad de cada uno de ellos con la de dos participantes de un grupo de control que solo había recibido tres dosis de Pfizer, con la edad media de los grupos oscilando entre mediados de los cincuenta y comienzo de los sesenta años.
En general, la cuarta inyección resultó ser segura y aumentó los anticuerpos neutralizantes de los receptores -que impiden que el coronavirus infecte las células- a niveles comparables a los de justo después de la tercera dosis, antes de que los niveles de anticuerpos empezaran a disminuir con el tiempo.
Quienes recibieron una cuarta dosis de Pfizer tenían un 30% menos de probabilidades de infectarse que los que recibieron tres dosis, mientras que los que recibieron Moderna tenían un 18% menos de probabilidades.
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