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La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) anunció este viernes que sus empresas asociadas dedicadas a los viajes oceánicos acordaron voluntariamente extender la suspensión de sus operaciones desde puertos estadounidenses hasta el 15 de septiembre debido a la COVID-19.
"La orden de no navegar emitida por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. expira el 24 de julio y aunque esperábamos poder reanudar la actividad lo antes posible después de esa fecha, es cada vez más claro que se va a necesitar más tiempo para retirar las barreras" que lo impiden, señala un comunicado de CLIA.
La Asociación indicó que tiene confianza en que los futuros cruceros van a ser "saludables y seguros" y cumplirán con las medidas requeridas, pero al mismo tiempo considera "apropiado" mantenerse "en el lado de la precaución para ayudar a garantizar los intereses de los pasajeros y tripulantes".
Esa es la razón de la extensión de la suspensión de actividades hasta el 25 de septiembre.
Además, ese tiempo adicional va a servir para consultar con los CDC medidas que sean apropiadas para la reanudación de las operaciones.
La extensión abarca a los miembros de CLIA sujetos a la orden de no navegar, que afecta a los barcos con capacidad para 250 personas o más, y la asociación seguirá evaluando el desarrollo de la situación con visas a decidir si es necesario ampliarla más.
En 2018, más de 421.000 empleos en Estados Unidos dependían de la industria de los cruceros.
Cada día de suspensión de las operaciones en EE.UU. le cuesta a este sector la pérdida de aproximadamente 110 millones de dólares y de hasta 800 empleos en el país.
Este jueves, Carnival Corporation, una de las grandes empresas del sector, anunció que tuvo una pérdida neta ajustada de 2.400 millones de dólares en el segundo trimestre del año como consecuencia de un parón de su actividad por la pandemia de la COVID-19, del que todavía no puede decir cuándo acabará.
"La compañía es incapaz de predecir definitivamente cuándo volverá a las operaciones normales. Como resultado no puede hacer actualmente un pronóstico de ganancias", señaló la multinacional de los cruceros en un comunicado emitido desde su sede en Miami.
Según informó, los ingresos del segundo trimestre, en el que en su mayor parte no ha habido actividad, fueron de 700 millones de dólares frente a los 4.800 millones de igual periodo del año anterior.