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El Gobierno español urgió este martes a todas las instancias del país a centrarse en cortar de raíz los nuevos brotes de coronavirus, sin entrar en disputas con las autoridades regionales o con los partidos de la oposición, para no volver a lo peor de la pandemia.
Mientras, las autoridades de la región de Cataluña aumentaron hoy las restricciones en las áreas de los dos peores brotes de toda España, en los que se detectó ya la transmisión comunitaria.
En un país en el que la política sanitaria es competencia de las regiones y el Ministerio de Sanidad coordina los aspectos principales y donde las víctimas de la pandemia se han usado como arma política, la acción rápida y eficaz ante los rebrotes es clave para el Ejecutivo.
"El enfoque tiene que ir a controlar los brotes, todo lo demás no me interesa", afirmó hoy el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
La cifra de contagios detectados en las últimas 24 horas repuntó a 263, un centenar más que ayer, y los diagnosticados en siete días subieron a 4.297 (3.933 ayer). Las víctimas mortales por la pandemia en España ascienden ya a 28.409.
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Y es que el país tiene 123 brotes activos de la enfermedad por todo el país, mientras que la cifra de contagios se ha multiplicado por cinco desde su punto más bajo de mediados de junio.
Las reuniones familiares son el origen del 45 por ciento de todos esos focos, dijo hoy el ministro Illa, quien pidió más precaución a los ciudadanos por que el virus "sigue ahí" después del "mucho esfuerzo" que costó controlar la pandemia.
Todas las regiones españolas tienen ya nuevos brotes, después de que Asturias, la última en registrarlos, comunicó hoy haber detectado el primero.
El llamamiento de Illa a la unidad llegó después del desconcierto jurídico y legal ocurrido en la región de Cataluña, cuando el Gobierno autónomo ordenó el domingo el confinamiento total de la ciudad de Lleida y su área circundante y esa decisión fue anulada un día después por una juez por considerarla "indiscriminada" y "desproporcionada".
INGENIERÍA LEGAL EN CATALUÑA
El Gobierno regional catalán anunció hoy un cambio legislativo y aprobó un decreto ley para dar cobertura jurídica a su decisión, ya que solo el Gobierno central puede restringir el movimiento de los ciudadanos al nivel de un confinamiento.
La nueva medida catalana suaviza ligeramente el nivel de restricciones, ya que la juez argumentaba que el Ejecutivo regional no tiene competencias para imponer un confinamiento total, algo que según el tribunal solo podría decidir el Gobierno nacional.
"Aquí lo importante es actuar para cortar el brote y todo lo que nos desvíe de esto, desenfoca", subrayó el ministro Illa, quien insistió en cooperar con las autoridades regionales y judiciales para cortar las cadenas de contagio.
Las medidas en Cataluña han ganado foco nacional porque es la región con más casos (745 solo en las últimas 24 horas) y ahí están los dos peores brotes de la pandemia, en ambos con transmisión comunitaria.
El primer brote es el de Lleida y su comarca, está activo desde hace más de una semana, y hoy se notificaron 151 nuevos casos.
Finalmente, la solución del Gobierno catalán fue restringir la movilidad pero sin un confinamiento total, con la recomendación expresa de no salir de casa salvo que sea necesario.
Allí, bares y restaurantes volverán a poder servir productos únicamente para llevar y las tiendas atenderán con cita previa. También se cierran al público piscinas, gimnasios y parques infantiles.
"Estamos con un brote importante y es muy importante la concienciación ciudadana (...) Se trata de preservar la salud de todos y de evitar la propagación del virus", explicó la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó, al anunciar esas medidas.
El segundo brote importante está en la segunda ciudad más poblada de Cataluña, L'Hospitalet, colindante con Barcelona, con 129 nuevos casos que se suman al total de más de 300 que había ayer.
Las autoridades catalanas recomendaron hoy "firmemente" no salir de casa en tres barrios de esa ciudad, salvo para cuestiones imprescindibles como trabajar o hacer la compra.