Rusia encadenó hoy otro récord de muertes por covid-19 al registrar en la última jornada 1,189 fallecimientos por la enfermedad infecciosa, once más que el martes, el anterior máximo, según el centro operativo de lucha contra la pandemia del coronavirus.
El mes de noviembre suma así ya dos récord de fallecimientos nada más empezar, pese a que los rusos tienen desde hace cinco días vacaciones pagadas por orden del presidente, Vladímir Putin, precisamente para tratar de bajar la incidencia y la morbilidad.
El nuevo máximo eleva el total de decesos por covid-19 a 242,060, si bien las estadísticas oficiales sobre exceso de muertes duplican esta cifra.
Según la base de datos Worldometer, Rusia es actualmente el primer país del mundo -y de Europa- con más muertes diarias por coronavirus, por delante de Ucrania.
Moscú, foco de la pandemia en Rusia, notificó 95 muertes en el último día, seguida de San Petersburgo (86) y la región de Moscú (53).
En la última jornada se registraron además 40,443 nuevos casos de coronavirus en las 85 regiones del país, por lo que Rusia vuelve a superar la barrera de los 40,000 tras solo un día por debajo de este nivel.
En Moscú se detectaron 6,827 nuevas infecciones en un día, en San Petersburgo 3.269 y en la región de Moscú 2.744.
Rusia acumula desde el inicio de la pandemia del coronavirus 8,633,643 contagios, lo que le mantiene como quinto país del mundo con más infecciones acumuladas por detrás de EU, la India, Brasil y el Reino Unido.
Pero es el primero del mundo con más casos nuevos, según Worldometer.
Putin ha dado a las regiones la opción de prolongar las vacaciones retribuidas dependiendo de la situación epidémica.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló hoy en su rueda de prensa telefónica diaria que Putin no ha tomado ninguna decisión sobre si prolonga a nivel nacional las vacaciones ante la imposibilidad de bajar la incidencia suficientemente en solo una semana, según señalan los expertos.
Hasta el momento, las regiones de Nóvgorod, al sudeste de San Petersburgo, y Cheliábinsk, en los Urales, y Kursk, en el oeste del país, han anunciado que extienden una semana los días no laborables.
El gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, y el alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, adelantaron hoy por contra que no prolongarán las vacaciones.
En la capital, sin embargo, todas las personas mayores de 60 años y los ciudadanos con enfermedades crónicas deberán quedarse en casa hasta el 25 de febrero y las empresas trasladar al teletrabajo durante el mismo periodo a al menos el 30 % de los empleados que no hayan sido vacunados o no se hayan recuperado del coronavirus.
Las autoridades rusas atribuyen el fuerte aumento de nuevos contagios y de muertes a la agresividad de la variante delta, la falta del cumplimiento estricto de las reglas sanitarias por parte de muchos rusos y, sobre todo, a la baja tasa de vacunación en el país.
Hasta el momento en la nación que fue pionera a la hora de registrar su propia vacuna anticovid, solo 50,960,796 ciudadanos han recibido la pauta completa de vacunación, lo que sitúa la inmunidad colectiva en el 46,8 %.