Ontario anunció el lunes un confinamiento en toda la provincia debido a segunda ola de casos de COVID-19.
Las medidas de confinamiento estarán en vigor desde el 26 de diciembre hasta el 23 de enero para el sur de Ontario, pero se levantarán el 9 de enero para el norte de la provincia. Uno de los principales médicos de enfermedades infecciosas dijo que esperar hasta el día después de la Navidad para implementar el confinamiento es ridículo.
Ontario, la provincia más poblada de Canadá, ha registrado más de 2.000 casos de coronavirus diarios durante siete días. Algunos modelos muestran que esa cantidad podría duplicarse para enero. Funcionarios de sanidad habían dicho que un confinamiento estricto de cuatro a seis semanas podría frenar significativamente la propagación del COVID-19.
Toronto, la ciudad más poblada de Canadá, ya había prohibido que los restaurantes atendieran a clientes en interiores, pero las escuelas seguían abiertas. Ahora, todas las secundarias de Ontario estarán cerradas para clases presenciales hasta el 25 de enero. Las primarias deberán cerrar sus puertas hasta el 11 de enero.
Luego de un repunte de casos de COVID-19 en la primavera, Canadá aplanó la curva de la epidemia con un confinamiento. Pero al igual que otros países, empezó la fatiga por coronavirus y se relajaron las restricciones, lo que desencadenó una segunda ola de infecciones.
“Ya hemos aplanado la curva antes y podemos hacerlo de nuevo”, dijo Christine Elliott, ministra de Salud de Ontario.
La doctora Barbara Yaffe, subdirectora médica de salud, comentó que Ontario está en una situación muy difícil y precaria.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, dijo que esperar hasta el 26 de diciembre para implementar el confinamiento permitirá que los negocios que se encuentren fuera de las zonas de aislamiento actuales se preparen para ello. Señaló que dejará que los restaurantes tengan la oportunidad de vender parte de su inventario.
“No estoy poniendo en riesgo nada”, dijo Ford. “Tengo que ser justo con estos negocios que tienen un inventario enorme”.
El doctor Andrew Morris, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Toronto y director médico del Antimicrobial Stewardship Program en la Red de Salud de la Universidad del Sinaí, dijo que Ford está dando prioridad a la economía por encima de la salud al postergarlo.
“Es ridículo. Cuesta vidas. ¡¿Para qué?!”, señaló.