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La planta de procesamiento de pollos de la compañía Tyson Foods en Wilkesboro, Carolina del Norte (EE.UU.), registró 570 nuevos casos de COVID-19 entre sus trabajadores, informaron este jueves los medios locales.
"De los 2.244 miembros del equipo y contratistas que trabajan en la planta y se sometieron al test, 570 han dado positivo, la mayoría de estos no presentaban ningún síntoma y de otro modo no hubieran sido identificados", anunció la empresa en un comunicado recogido por los medios.
Tyson Foods explicó que de todos los empleados que se sometieron a la prueba, 237 lo hicieron a través de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) o mediante sus seguros médicos, mientras que el resto tuvieron acceso al test gracias a un plan de rastreo del virus que la compañía ha iniciado en 30 de sus plantas.
La empresa cárnica anunció también que cerrará su centro de procesamiento de pollos de Wilkesboro durante cinco días debido a este brote, para realizar los trabajos de desinfección necesarios.
Las plantas cárnicas son un gran nido de contagios debido a que las condiciones de trabajo no permiten fácilmente respetar las distancias de seguridad entre empleados.
Aun así, en el mes de marzo el presidente de EE.UU., Donald Trump, otorgó 15 permisos a fábricas avícolas para que las líneas vayan más veloces y se procesen más pollos por minuto, a pesar de que grupos como Human Rights Watch (HRW) han advertido de que puede aumentar el riesgo entre los trabajadores de sufrir quemaduras y la pérdida de dedos.
Además, Trump ha emitido un decreto para obligar a la industria cárnica a seguir operando para poder abastecer la demanda, lo que cada vez es más difícil debido a la gran cantidad de empleados que han enfermado.
EE.UU. es el país que más carne consume de media: unos 120 kilos al año por persona, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, con 1.551.853 contagios y 93.471 fallecidos.
