El gobernador de California, Gavin Newsom, prohibió este miércoles funcionar a restaurantes en espacios cerrados en Los Ángeles y otros 18 condados que han sido golpeados fuertemente por la pandemia del coronavirus en los últimos días.
Newsom indicó que la orden estará en vigor por unas tres semanas y afectará también a bares, bodegas, cines, museos y otros comercios en espacios confinados.
"Estos 19 condados representan más del 70% de la población en el estado de California", dijo Newsom en una rueda de prensa virtual. "Estamos enfocando nuestros esfuerzos a cerrar operaciones en interiores".
Los restaurantes en Los Ángeles recién habían recibido autorización para abrir el 29 de mayo, operando a una capacidad de 60%, tras meses vendiendo solo para llevar o a domicilio.
La orden de Newsom no incluye establecimientos que presten servicios en espacios abiertos.
Los casos de covid-19 no dejan de subir en Estados Unidos, con 2,5 millones de infectados y 125.000 fallecidos.
En California, que ha reportado más de 6.000 muertes, varios condados como Los Ángeles han superado récords diarios de contagios en los últimos días, y la tasa de positividad de pruebas se ha disparado.
Los bares en el condado de Los Ángeles, el más poblado del país, ya habían tenido que cerrar el fin de semana pasado, también por orden del gobernador.
De cara al feriado del 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos, Los Ángeles anunció que cerraría todas la playas de viernes a lunes para evitar las grandes aglomeraciones que caracterizan esta celebración.
Newsom instó el miércoles a las autoridades de otros condados como Sacramento, Orange y Riverside a considerar la cancelación de todos los espectáculos de fuegos artificiales por el 4 de julio.
Los estacionamientos en las playas del sur de California y en partes del estado también cerrarán.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este miércoles que la ciudad pospondrá indefinidamente la apertura del interior de bares y restaurantes ya que, a su juicio, estos lugares están muy relacionados con la propagación de la COVID-19 en los estados que están experimentando repuntes, como Florida y California.
"Tenemos que tomar decisiones duras basadas en los datos. Sabemos que en otras partes del país se tomaron decisiones prematuras que luego han supuesto un problema, especialmente con la vuelta a lugares cerrados como bares y restaurantes. La ciencia nos lo está demostrando", señaló De Blasio durante su rueda de prensa diaria.
El regidor neoyorquino subrayó que en este preciso momento de la pandemia "no se puede seguir adelante" con la vuelta del servicio en el interior de estos establecimientos, cuyo retorno estaba previsto en la fase tres de la desescalada en la que entrará la ciudad de Nueva York el próximo lunes.