Una caravana con más de tres centenares de vehículos recorrió este miércoles el sur de Florida para honrar la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía.
La protesta, que fue organizada por la iglesia Created Out of Love, comenzó en Hallandale Beach y culminó en la ciudad de Miramar (32 kilómetros al norte de Miami).
Siguiendo al coche fúnebre simbólico que lideró la marcha, centenares de vehículos estacionaron frente al edificio de la policía de Miramar con los nombres de los afroamericanos fallecidos a manos de las autoridades escritos es la carrocería.
Los nombres de Emmett Till, Sandra Bland, Dane Scott, Clifford Glover, Breonna Taylor y centenares de otras personas se podían leer en los carteles de los vehículos.
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"Teníamos más de 200 nombres. Ese es el número de personas que están muriendo a manos del racismo y eso es lo que debemos cambiar. Este coche simboliza la muerte al racismo. Se convierte en más que un símbolo, es una realidad para todos", exclamó la sacerdote Joana Wilson.
La concentración contó con la participación del alguacil de Miramar, Dexter Williams, y el alcalde de la ciudad, Willian Messam, entre otros, quienes aseveraron que la forma de reducir a Floyd fue "inaceptable".
Los organizadores de la marcha reiteraron a todos los presentes, los cuales mantuvieron la distancia de seguridad desde sus vehículos, que las protestas "deben estar acompañados de una aplicación práctica" y les pidieron que votarán para "cambiar el sistema desde dentro".
También les animaron a participar en el censo, que tiene lugar una vez cada diez años en Estados Unidos, para conseguir que "cada comunidad reciba el dinero que le corresponde".
"Si quieres ver cambio en tu comunidad debes ser contabilizado. Nunca jamás no seré contado por el color de mi piel, de forma que los dólares que influencian a nuestro sistema educativo vayan adonde tienen que ir. No sólo importa mi voto sino ser contado como ciudadano de los Estados Unidos", añadió el sacerdote Terrance Wilson.
Por quinto día consecutivo la región de Miami se unió en una protesta pacífica.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, agradeció este miércoles en una rueda de prensa celebrada en los parques temáticos de Orlando el comportamiento de los manifestantes pacíficos que "hicieron uso de la primera enmienda de la Constitución" durante los últimos días.
Sin embargo, al igual que en otros estados del país muchas de estas concentraciones acabaron en altercados y saqueos como en Tampa u Orlando donde durante la noche de ayer se produjeron noventa y veintiocho detenciones, respectivamente.
"En todo el estado se han producido concentraciones respetuosas con acciones aisladas de individuos que han utilizado estos eventos, normalmente de noche, para realizar actos ilegales", dijo DeSantis.
Precisamente, el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, anunció que implementará un toque de queda "mucho más restrictivo" que comenzará a las 8 de la noche.
Las protestas sociales en Florida no están siendo tan grandes como en otras regiones del país como Washington D.C., donde el presidente Donald Trump convocó a la Guardia Nacional.
DeSantis anunció que enviará desde Florida un total de 500 miembros de este cuerpo de reserva que llegarían a la capital este mismo miércoles.