Si algún lugar de Estados Unidos es el más castigado por el COVID-19 ese es Nueva York, y dentro de Nueva York el distrito de Queens. Y si ahí existe una zona cero es el medio millar de residencias de ancianos que hay en los barrios populares del distrito, como por ejemplo el geriátrico Sapphire, en el que han fallecido 29 ancianos en los últimos días.
La voz de alarma la dio un familiar, Berna Lee, cuya madre reside allí y de la que solo sabe que tuvo fiebre los últimos días y nadie le quiere dar más explicaciones, por lo que ha dado el paso de hablar con los medios y denunciar la situación.
"Siento una tremenda frustración, enojo y pánico, tengo mucho miedo por mi madre", dijo Lee a ABC7: "Sé que está peleando y sólo necesito que sepa que yo estoy peleando por ella".
Berna Lee sí recibió una llamada de la residencia el pasado 3 de abril, en la que le comunicaron que su madre tenía fiebre, en principio nada grave, y le aseguraron que no había casos de coronavirus en la residencia.
Pero ella empezó a llamar a trabajadores del centro y uno le dijo, según su relato a medios locales: "Chica, déjame decirte que aquí es una locura, seis personas murieron hoy....".
Lee entró en pánico y fue a la residencia desde su casa en Rhode Island y llegó a golpear la ventana del primer piso de la residencia para ver si su madre estaba bien, pero no obtuvo la información que buscaba.
La crisis en Sapphire resalta no solo el estado desesperado de los hogares de ancianos en la región de Nueva York, que se han convertido en un centro del brote de coronavirus, con casi 2.500 muertes solo en Nueva York, más de 1.000 en la última semana.
También ilustra lo que los familiares de los residentes dijeron que era una falta de información profundamente preocupante sobre lo que está sucediendo dentro de los hogares.
Sapphire no ha revelado cuántos residentes han muerto en el brote, pero el miércoles, el administrador de la casa le dijo al asambleísta estatal local, Ron Kim, que el total era 29 los fallecidos, dijo Kim.
El asambleísta Kim lamentó este jueves en Twitter que "el Estado de Nueva York no proporcionó el apoyo necesario para mantener seguros a nuestros miembros más vulnerables".
"Todavía estoy traumatizado por la forma en que mis electores y sus familias continúan ocultos mientras sus seres queridos mueren solos en estos hogares de ancianos", lamentó Kim.
Una cuarta parte de todas las personas que han muerto en el estado por COVID-19 fue en hogares de ancianos, que tienen prohibidas las visitas desde mediados de marzo.
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