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Hannah Roemhild, una cantante de ópera arrestada en 2020 por saltarse varios controles de seguridad en la residencia Mar-a-Lago, propiedad del expresidente de Estados Unidos Donald Trump en Florida, fue hallada este martes no culpable por locura de los cargos en su contra.
En una breve audiencia por Zoom, el juez Scott Suskauer, de un tribunal de este estado sureño, y los fiscales aceptaron la declaración de Roemhild, de 32 años y natural de Connecticut, un acuerdo de no culpabilidad que ya se había alcanzado en agosto pasado con la Fiscalía, recogieron medios locales.
La mujer apareció en Zoom desde su residencia en el estado de Connecticut, donde ha estado viviendo bajo supervisión federal desde el pasado año.
Los abogados de la cantante de ópera habían alegado que su cliente arrastraba desde hacía tiempo problemas mentales y que "había dejado de tomar los medicamentos" antes de traspasar los puntos de control de seguridad de la residencia de invierno de Trump en Palm Beach, al norte de Miami, recogió el diario The Palm Beach Post.
Sobre Roemhild pesaban los cargos de asalto agravado a un agente de la ley, darse a la fuga y resistencia sin violencia.
Según los términos del acuerdo judicial, la mujer deberá someterse a un tratamiento y recibir ayuda psiquiátrica que incluye análisis de sangre mensuales.
Roemhild fue arrestada por las autoridades locales tras traspasar el 31 de enero de 2020 al volante de una camioneta negra dos puntos de control de seguridad en Mar-a-Lago, el club social y residencia de Donald Trump.
Los hechos ocurrieron la mañana de ese día, cuando las autoridades fueron alertadas de que una mujer actuaba "de manera irracional" y "bailaba" encima de un automóvil aparcado en un hotel de Palm Beach.
Cuando un agente de la Patrulla de Carreteras la abordó, la mujer se metió en su vehículo, no abrió la ventanilla al oficial y poco después huyó del sitio a gran velocidad, perseguida por el agente que le perdió el rastro en el tráfico de la ciudad.
Roemhild condujo con dirección sur hasta Mar-a-Lago, donde manejó por encima de dos cercos de seguridad vigilados por agentes policiales.
El alguacil señaló que al ver que el auto se dirigía hacia la entrada principal de Mar-a-Lago, los agentes de la Policía local y del Servicio Secreto de Estados Unidos se vieron obligados a abrir fuego contra el automóvil, que fue impactado por las balas pero nadie resultó herido.
Tras los disparos, la mujer logró escapar del lugar y evadir a las autoridades, que se volcaron a su persecución pero le perdieron el rastro.
De acuerdo al diario Miami Herald, Roemhild, manejó a bordo de su vehículo baleado hasta el Aeropuerto Internacional de Palm Beach, donde recogió a su madre y juntas se dirigieron hasta un hotel local. Ahí, agentes de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP) finalmente la detuvieron.