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Tras un repunte de infecciones de coronavirus que tiene a los hospitales de París casi saturados, las autoridades contemplan nuevas restricciones en la capital, que pueden ir hasta el regreso a un confinamiento domiciliario.
El gobierno anunciará el jueves "medidas adicionales" en "los territorios más afectados" por la epidemia de covid-19, dijo el miércoles el portavoz del ejecutivo, Gabriel Attal, tras una reunión de gabinete convocada por el presidente Emmanuel Macron.
Entre estos territorios está la región de París, la más poblada con 12 millones de habitantes, donde la circulación del virus, marcada por la propagación de nuevas variantes, se acelera sin pausa desde hace semanas.
Para frenar este repunte, el gobierno baraja diferentes escenarios, entre los que figura un confinamiento en la región capitalina durante los fines de semana, o incluso permanente.
Al término de la reunión de gabinete, Macron visitará un hospital cerca de París y se reunirá con funcionarios locales antes de tomar una decisión definitiva, dijo el vocero del gobierno.
Para evitar un colapso de los hospitales de la capital, las autoridades comenzaron a evacuar esta semana a pacientes graves hacia otras regiones menos afectadas y suspendieron una parte de las operaciones no urgentes.
La tasa de contagios reportados en los últimos siete días en la capital y sus alrededores llegó a 418 por cada 100.000 habitantes, muy por encima del llamado umbral de "alerta máxima" de 250 decidido por las autoridades de salud.
Desde hace algunas semanas ya está en vigor un confinamiento los fines de semana en el turístico departamento de los Alpes Marítimos (sureste), donde se encuentra Niza, y en el departamento de Pas-de-Calais (norte), frente a las costas británicas.
Y a nivel nacional ya rige un toque de queda nocturno (entre las 18H00 y las 06H00) desde hace dos meses, mientras restaurantes, cafés, bares, museos y cines permanecen cerrados desde finales de octubre, todas medidas que en opinión del gobierno son insuficientes.
Los confinamientos locales responden a una nueva estrategia de Macron que busca evitar a toda costa un tercer encierro nacional, que sería devastador para la economía cuando se comienzan a entrever señales de recuperación para el segundo semestre de 2021.
Este deterioro de la situación se produce en un momento crítico: la suspensión de la vacunación con el fármaco de AstraZeneca en Francia, al igual que en sus países vecinos, ha provocado un frenazo a la campaña de vacunación.
El gobierno, que se puso como objetivo haber vacunado a 10 millones de personas para mediados de abril, espera poder retomar rápidamente la campaña con ese inmunizante, que puede ser aplicada por médicos en sus consultorios o en las farmacias.
De las más de 5,2 millones primeras dosis inyectadas en Francia, 1,3 millones fueron de AstraZeneca, las demás son vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna.
El martes se registraron en el país 320 muertes por el covid, por lo que la cifra en un año supera los 91.000 decesos.