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Un par de afortunados pavos llegaron este lunes a Washington D.C., para participar en el tradicional “perdón del pavo” o “indulto al pavo”, como parte de los festejos del Día de Acción de Gracias.
Las dos aves llegaron a la capital estadounidense, pero no fueron llevadas directamente a la Casa Blanca, donde se llevará a cabo la ceremonia. Primero, descansarán en el lujoso hotel Willard, donde una noche de alojamiento cuesta más de 3 mil 600 pesos.
Los animales llegaron en una camioneta adaptada y fueron presentados al público en el lobby del hotel, ubicado a cinco minutos de la Casa Blanca.
Luego de posar para las fotografías, Bread y Butter, los pavos presidenciales, fueron llevados a su habitación. El lujoso cuarto cuenta con una cama para cada ave y kilos de aserrín.
Foto: AFP
Los animales seleccionados provienen de una granja de Carolina del Norte, donde fueron criados como el resto de los pavos que se venderán para la cena del próximo jueves.
Sólo uno recibirá el perdón de Donald Trump, pero al final, ambos se salvarán de ser sacrificados para ser la cena de Thanksgiving de este año.
El “perdón del pavo” se realizará este martes 26 de noviembre, a las 11:00 horas, a cargo del presidente Donald Trump. No obstante, para designar al ave que recibirá el perdón, la Casa Blanca inició una encuesta en redes sociales, para los fanáticos de esta tradición.
Después de recibir el indulto, las dos aves serán trasladadas a una granja de exhibición para pasar el resto de sus días.
Este lunes también llegó el árbol de Navidad que adornará la Casa Blanca durante las fiestas de fin de año.
¿Por qué en EU perdonan al pavo de Thanksgiving?
Al ser uno de los alimentos tradicionales de la cena del Día de Acción de Gracias, los presidentes recibían un pavo en esta fecha, desde mediados del siglo XIX.
De acuerdo con la Casa Blanca, el primer presidente en otorgar el indulto fue Abraham Lincoln, en 1865. Los siguientes mandatarios comenzaron a convivir con los pavos, antes del final de su vida.
Oficialmente, el primer presidente en perdonar la vida de un pavo, públicamente, fue John F. Kennedy, en 1963.
Durante la presidencia de Nixon el pavo indultado fue enviado a una granja para niños, por primera vez, en lugar de servirse en la cena de Thanksgiving.
Desde entonces, se ha convertido en una práctica recurrente, que acapara la atención de los medios de comunicación cada año, como una muestra de clemencia.
