El cierre parcial del Gobierno estadounidense entró en su día 24 el lunes, mientras las conversaciones entre el presidente Donald Trump y los congresistas demócratas seguían estancadas, incluso a pesar de que algunos correligionarios republicanos del mandatario le pidieron cerrar un acuerdo.
"He estado esperando todo el fin de semana. Los demócratas deben ponerse a trabajar ahora. ¡Hay que asegurar la frontera!", tuiteó Trump temprano en la mañana del lunes.
Los demócratas rechazan la exigencia de Trump de 5.700 millones de dólares para el muro, además de otros fondos, pero han dicho que respaldarían 1.300 millones de dólares para impulsar la seguridad en la frontera, incluido el aumento del número de agentes de la Patrulla Fronteriza y de la vigilancia.
Los problemas provocados por la paralización son más visibles ahora, ya que 800.000 empleados federales en todo el país dejaron de cobrar sus primeros sueldos el viernes. La interrupción de servicios gubernamentales también afectó a los viajeros, ya que el aumento de ausencias no previstas de agentes de seguridad federales en los aeropuertos obligó a efectuar cierres en las terminales de Houston y Miami.
Los parques nacionales están cerrados, se han reducido las inspecciones de comida y medicamentos y no se han publicado destacados datos económicos, entre otros impactos. Se espera que los tribunales federales se queden sin dinero el viernes.
Más tarde en el día, Trump tiene previsto dar un discurso en un encuentro de granjeros en Nueva Orleans, un bloque clave de seguidores del presidente que se han visto afectados por el cierre, ya que las solicitudes de créditos federales y de ayuda agrícola se han detenido y se ha aplazado la publicación de datos importantes sobre cosechas.
El senador republicano Lindsey Graham, que pidió la semana pasada a Trump que declarara una emergencia nacional para conseguir el dinero para el muro, instó el domingo al mandatario a reabrir el Gobierno por un periodo breve de tiempo, en un intento por reactivar las conversaciones antes de adoptar esta decisión. Sin embargo, Trump rechazó el lunes la propuesta.
Los demócratas se oponen con fuerza a la declaración de una emergencia nacional en relación con los asuntos migratorios, una posibilidad que tampoco gusta a muchos republicanos. Además, es probable que se enfrente a un desafío legal inmediato.
Pelosi pidió al Senado que vote varias leyes aprobadas este mes por la Cámara para financiar a los departamentos afectados, aunque no incluyen dinero para el muro. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que no apoyarán ninguna legislación que no tenga el respaldo de Trump.
Ambas cámaras tienen previsto volver a reunirse este lunes, a pesar de una tormenta invernal durante el fin de semana que afectó a gran parte del área de Washington. Además, no estaba claro qué pasos podrían adoptar los legisladores -si es que pueden dar alguno- para lidiar con el retraso en las medidas de financiación para las agencias afectadas.