Una colisión en el aire entre un helicóptero del Ejército y un vuelo de American Airlines causó la muerte de las 67 personas a bordo en las dos aeronaves, dijeron funcionarios el jueves, que examinan las acciones del piloto militar e informaron que la dotación de personal de la torre de control “no era normal” en el momento del peor desastre de aviación en Estados Unidos en una generación.
Al menos 28 cuerpos fueron extraídos de las heladas aguas del río Potomac después de que el helicóptero aparentemente se cruzó en la trayectoria del avión el miércoles por la noche cuando iba a aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, ubicado al otro lado del río frente a Washington, indicaron autoridades. El avión llevaba 60 pasajeros y cuatro tripulantes. En el helicóptero viajaban tres soldados.
Un controlador de tráfico aéreo estaba realizando el trabajo normalmente asignado a dos personas en la torre del Aeropuerto Nacional Reagan cuando ocurrió la colisión, según un informe de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) obtenido por The Associated Press.
“La configuración de la posición no era normal para la hora del día y el volumen de tráfico”, señaló el informe.
Sin embargo, una persona familiarizada con el asunto dijo que la dotación de personal en la torre de control de tráfico aéreo el miércoles por la noche estaba a un nivel normal. Los puestos suelen combinarse cuando los controladores necesitan alejarse de la consola para tomar descansos, están en proceso de cambio de turno o el tráfico aéreo es lento, indicó la persona, que habló a condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre procedimientos internos.
“Ahora estamos en un punto en el que estamos pasando de una operación de rescate a una operación de recuperación”, declaró John Donnelly, el jefe de bomberos de la capital estadounidense.
El cuerpo del avión fue encontrado boca abajo, dividido en tres secciones, en una parte del río donde el agua apenas llega a la altura de la cintura. Los servicios de emergencia estaban buscando en una zona del Potomac que llega hasta el puente Woodrow Wilson, aproximadamente a 4,8 kilómetros (3 millas) al sur del aeropuerto, señaló Donnelly. También se encontraron los restos del helicóptero. Imágenes del río mostraban botes alrededor del ala parcialmente sumergida y los restos destrozados del fuselaje del avión.
Hasta el momento no se ha informado la causa del choque, pero las autoridades indicaron que las condiciones de vuelo eran despejadas mientras el avión arribaba de Wichita, Kansas, con patinadores artísticos estadounidenses y rusos, además de otros pasajeros.
“En el acercamiento final hacia el (aeropuerto) Nacional Reagan, (el avión) chocó contra una aeronave militar en un acercamiento que, por lo demás, era normal”, dijo Robert Isom, director general de American Airlines.
Un alto funcionario de aviación del Ejército indicó que la tripulación del Black Hawk era “muy experimentada” y estaba familiarizada con la congestión aérea que ocurre a diario en los alrededores de Washington.
“Ambos pilotos habían volado esta ruta específica antes, de noche. Esto no era algo nuevo para ninguno de ellos”, manifestó Jonathan Koziol, jefe de personal de aviación del Ejército. “Incluso el jefe de tripulación en la parte trasera ha estado en la unidad durante mucho tiempo, muy familiarizado con el área, muy familiarizado con la estructura de las rutas”.
La altitud máxima permitida para el helicóptero en el momento del choque era de 60 metros (200 pies) sobre el suelo, observó Koziol. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha dicho que la altura parecía ser un factor en la colisión.
Pero Koziol indicó que los investigadores necesitan analizar los datos de vuelo antes de sacar conclusiones sobre la altitud.
“Ambas aeronaves tendrán grabadoras a bordo que nos darán toda esa información una vez que la recuperemos, para proporcionarnos la verdad real sobre lo que estaban haciendo esas aeronaves. Hasta ahora, sólo sería especulación”, aclaró.
El presidente Donald Trump inició una conferencia de prensa en la Casa Blanca después del choque con un momento de silencio en honor a las víctimas, diciendo que se trata de una “hora de angustia” para el país.
Las dos cajas negras del avión de pasajeros que se estrelló en Washington el miércoles por la noche tras chocar con un helicóptero del ejército han sido encontradas, informaron medios de comunicación estadounidenses este jueves.
Los investigadores han recuperado el grabador de voces de la cabina del piloto y el registrador de datos de vuelo, que serán analizados por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, a cargo de la investigación, informaron fuentes anónimas a CBS News y ABC News.
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