China ha bloqueado la importación de cítricos y pescado de Taiwán en represalia por la visita de la legisladora estadounidense Nancy Pelosi, pero evitó trastornar una de las relaciones de tecnología y manufactura más importantes del mundo.
El continente y la isla, divididos desde 1949 a raíz de una guerra civil, no tienen relaciones oficiales, pero sí mantienen lazos comerciales multimillonarios, sobre todo en la provisión de chips para las fábricas chinas armadoras de los teléfonos celulares y otros artefactos electrónicos que utiliza el mundo.
Construyeron ese negocio durante las décadas en que Beijing amenazaba imponer el régimen del Partido Comunista mediante un ataque a la isla autónoma.
El comercio bilateral aumentó 26% el año pasado a 328.300 millones de dólares. Taiwán, que fabrica la mitad de los chips del mundo y tiene tecnologías que el continente no puede igualar, dijo que las ventas a las fábricas chinas aumentaron 24,4% a 104.300 millones de dólares.
“La economía global no puede funcionar sin chips fabricados en Taiwán o China”, dijo Carl B. Weinberg, de High-Frequency Economics, en un informe.
El miércoles, Beijing bloqueó las importaciones de cítricos y de pez sable y caballa congelados de Taiwán después de la visita a la isla de Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes. China no ha interrumpido el flujo de chips y otros componentes industriales, una medida cuyas ondas de choque hubieran trastornado la frágil economía global.
Asimismo, esta semana China bloqueó la importación de otros alimentos de Taiwán como galletas y mariscos, aunque los plazos no estaban claros. El sitio web de la aduana mostró que la importación de esos productos estaba “suspendida”.
La fruta, el pescado y otros alimentos son una pequeña parte de las exportaciones de Taiwán a China, pero la medida perjudica a sectores que se considera partidarios de la presidenta Tsai Ing-wen.
Beijing ha utilizado el bloqueo de importaciones de bananas, vino, carbón y otros bienes como palancas en disputas con Australia, Filipinas y otros Estados.
Beijing anunció también cuatro días de operaciones militares con disparos de artillería en las aguas en torno de Taiwán, lo que podría demorar o trastornar el transporte marítimo de la isla, uno de los mayores comerciantes globales.
El posible trastorno acentúa los temores para el debilitado crecimiento global, pero las bolsas asiáticas abrieron en alza el miércoles al no advertirse señales de movimientos militares chinos en lo inmediato.
El Partido Comunista dice que la visita de Pelosi podría envalentonar a Taiwán para declarar permanente su independencia de facto de décadas. Según Beijing, eso provocaría una guerra.