Un total de 35 personas han muerto en Kentucky a causa de las inundaciones que arrasan con el estado, una situación agravada por la dificultad de llevar a cabo operaciones de limpieza, búsqueda y rescate.
"Más noticias duras", tuiteó Andy Beshear, gobernador del estado del centro-sur de Estados Unidos.
"Hemos confirmado más víctimas mortales de las inundaciones del este de Kentucky", dijo Beshear. "Nuestras pérdidas se elevan ahora a 35".
Beshear aseguró que se espera que el número de muertos siga aumentando a medida que los equipos de búsqueda y rescate se desplieguen por las zonas inundadas y recuperen más cadáveres, una tarea obstaculizada por las lluvias de este lunes.
"Hay potencial de tormentas severas hoy en todas las áreas afectadas", aseguró el gobernador.
Algunas zonas del este de Kentucky acumularon más de 20 centímetros de lluvia en un período de 24 horas la semana pasada, lo que provocó inundaciones repentinas.
El nivel de agua de la bifurcación norte del río Kentucky en Whitesburg subió hasta los 6 metros en cuestión de horas, muy por encima de su récord anterior (4,5 metros).
Algunas zonas de la región montañosa de los Apalaches siguen siendo inaccesibles tras las inundaciones que convirtieron las carreteras en ríos, arrastraron puentes y destrozaron casas.
Las inundaciones afectaron a una región de Kentucky que ya sufría una pobreza extrema, provocada por el declive de la industria del carbón, que era el corazón de su economía.
El estado ya vivió una situación catastrófica en diciembre de 2021, cuando un tornado arrasó con el oeste del estado y murieron 60 personas.
El presidente Joe Biden emitió una declaración de catástrofe para el estado, para que la ayuda federal complemente los esfuerzos de recuperación estatales y locales.
Las inundaciones del este de Kentucky son las últimas de una serie de fenómenos meteorológicos extremos que, según científicos, son una señal inequívoca del cambio climático.