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Canadá y Estados Unidos acordaron el martes mantener cerrada la frontera a los viajes no esenciales hasta el 21 de junio durante la pandemia de coronavirus.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que la frontera es una fuente de vulnerabilidad, por lo que el acuerdo se extenderá por 30 días más. Las restricciones se anunciaron el 18 de marzo y se prorrogaron en abril.
Trudeau afirmó que los líderes provinciales de Canadá claramente querían continuar con las medidas.
“Esto mantendrá a las personas de ambos países a salvo”, agregó.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump también confirmó el aplazamiento, pero señaló que esperaba su final, diciendo que “todo lo que queremos es volver a la normalidad”.
Sin embargo, muchos canadienses temen una reapertura de la frontera común. Estados Unidos tiene más casos confirmados y muertes por COVID-19 que cualquier otro país del mundo, aunque sus cifras per cápita están muy por debajo de muchas otras naciones.
Los trabajadores transfronterizos esenciales —como los profesionales de la salud, tripulantes de aerolíneas y los conductores de camiones— aún pueden cruzar. Los camioneros son fundamentales, ya que transportan alimentos y productos médicos en ambas direcciones. Gran parte del suministro de alimentos de Canadá proviene de Estados Unidos.
Los estadounidenses que regresan a su país y los canadienses que retornan a sus hogares también están exentos del cierre de la frontera.
Canadá envía el 75% de sus exportaciones a Estados Unidos y aproximadamente el 18% de las exportaciones estadounidenses van a Canadá. La frontera entre ambos países es la más larga del mundo entre dos naciones.
Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de realizar pruebas en la frontera y llevar a cabo un rastreo de contactos una vez se reabra plenamente, Trudeau respondió que las autoridades se han dado un mes adicional para examinar lo que será necesario.
“Esas son preguntas en curso", dijo Trudeau. “Pero incluso ahora, sabemos que tenemos que hacer más para garantizar que los viajeros que regresan del extranjero o de Estados Unidos como canadienses son monitoreados apropiadamente, aislados de manera adecuada y no se convierten en vectores adicionales para la propagación de COVID-19”.