La Cámara Baja estadounidense, donde los demócratas gozan de la mayoría, dio su visto bueno este viernes a la protección del derecho al aborto con la aprobación de dos proyectos de ley cuya tramitación depende ahora del Senado.
El primero, que respalda el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo al consagrar ese derecho en ley federal, recibió 219 votos a favor y 210 en contra, y el segundo, que protege los viajes interestatales para recibir ese servicio, salió adelante con 223 y 205 votos respectivos.
La sesión en la Cámara de Representantes tuvo lugar tres semanas después de que el Tribunal Supremo, donde ahora se sientan seis jueces conservadores y tres liberales, tumbara el 24 de junio la legalización del aborto a nivel federal, vigente desde 1973 a través de la sentencia "Roe contra Wade".
El fallo de la máxima instancia judicial, según recordó hoy la jefa de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, ya ha desencadenado "una catástrofe catastrófica", con médicos bajo amenaza por ofrecer ese servicio y mujeres que ven rechazada esa práctica o los cuidados necesarios tras haber abortado.
En un intento por paliar esa situación, el presidente, Joe Biden, firmó el 8 de julio una orden ejecutiva que daba poder a los departamentos de Salud y de Justicia para proteger el acceso a las píldoras anticonceptivas y permitir que las mujeres puedan viajar entre estados para acceder al aborto en territorios donde sí es legal.
Pero solo una nueva ley como la debatida y votada este viernes en la Cámara de Representantes podía volver a imponerse a las normativas estatales, por las que ya hay restricciones en 13 de los 50 estados del país, en algunos casos, como en Texas, con un veto total, según los últimos datos de la organización proaborto Planned Parenthood.
"La Historia nos está mirando. Debemos mostrar nuestro liderazgo y asegurarnos de que un derecho básico está garantizado", dijo en la sesión el congresista demócrata Tony Cárdenas, representante de California.
El bando republicano basó su alegato en contra argumentando que se autoriza un aborto "discriminatorio y a demanda" en función de "la raza, el sexo o la discapacidad" del feto: "Haría a Estados Unidos tan radical como China y Corea del Norte", sostuvo la republicana Cathy McMorris Rodgers.
La tramitación proseguirá con dificultad en el Senado, donde los demócratas tienen una mayoría tan ajustada que necesitarían convencer a al menos diez republicanos para aprobar ambos proyectos de ley.
"No nos rendiremos. Los demócratas defienden a las mujeres", apuntó Sylvia García, representante de Texas, que lamentó que la sentencia del Supremo hiciera que "por primera vez en la historia de Estados Unidos las hijas tengan menos derechos que sus madres".
El Senado ya impidió en febrero la aprobación de una legislación que establecía como derecho fundamental el aborto a petición de la mujer y anulaba las legislaciones contra esa práctica que se han multiplicado en el país.
Uno de los dos proyectos de ley que salieron adelante este viernes, titulado Ley de Protección de la Salud de la Mujer, sigue de hecho la estela de la propuesta de marzo y busca proteger tanto a quienes desean someterse a un aborto como al personal que lo practica.
"Como todas las decisiones médicas, es algo que debe quedarse entre el médico y la paciente", recalcó la demócrata Annie Kuster dejando claro que el Gobierno no debe inmiscuirse en este tipo de decisiones.
El debate fue un reflejo de la polarización política y ciudadana presente en el país al respecto desde la sentencia del Supremo: mientras el bando demócrata ve la prohibición de la protección del aborto como "un cruel ataque contra las mujeres", según dijo hoy la congresista Sylvia García, el republicano lo celebra en nombre del derecho a la vida. EFE