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Al menos 12 personas murieron el domingo en bombardeos rusos en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, al día siguiente de una explosión que destruyó parcialmente el estratégico puente de Crimea, construido por Rusia y que buzos de este país están examinando.
Según los balances, los ataques del domingo dejaron entre 12 y 17 fallecidos.
"Tras un ataque nocturno con misiles en Zaporiyia (...) han muerto 17 personas", declaró en Telegram Anatoliy Kurtev, secretario del consejo municipal de la ciudad.
Los bombardeos dañaron casas, bloques de viviendas y centros educativos, precisó.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo por su parte que había 12 muertos y que 49 heridos, incluido seis niños, fueron trasladados al hospital.
Zaporiyia, en el sur de Ucrania, ha sufrido varios ataques en las últimas semanas. El jueves, siete misiles rusos impactaron sobre el centro de la urbe y dejaron 17 muertos.
Los bombardeos ocurren al día siguiente de una enorme explosión, atribuida por Moscú a un camión bomba, en el puente de Crimea, que conecta Rusia con esta península del sur de Ucrania anexionada por Moscú en 2014.
"No tiene sentido. Pura maldad. Terroristas y salvajes. Desde el que dio la orden hasta el que la ejecutó. Todos tienen una responsabilidad. Ante la ley y ante el pueblo", escribió el presidente ucraniano en Telegram.
Un responsable regional ucraniano, Oleksandr Starukh, también informó de 12 muertos, pero dijo que aún podría haber más víctimas bajo los escombros.
La ciudad de Zaporiyia se sitúa en la región homónima donde se encuentra la planta nuclear tomada por los rusos y que se ha visto amenazada por los continuos combates a su alrededor.
El sábado, la agencia nuclear de Naciones Unidas alertó de que la central, la mayor de Europa, había perdido su última fuente externa de electricidad debido a los ataques y dependía ahora de generadores de emergencia.
Zaporiyia es también una de las cuatro zonas cuya anexión fue anunciada la semana pasada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en contra del derecho internacional.
Los bombardeos se producen tras el estallido en el puente de Crimea el sábado, una infraestructura clave que es, además, el símbolo de la anexión de la península ucraniana.
El puente fue inaugurado en 2018 y construido a iniciativa de Putin para unir la península con Rusia.
El domingo, buzos rusos tenían previsto examinar el puente desde el mar, según anunció el vice primer ministro ruso Marat Jusnulin. Los resultados deberán publicarse este mismo día.
El tráfico, tanto de coches como de trenes, se restableció en el puente unas horas después de la detonación.
Las autoridades rusas atribuyeron la explosión a un camión bomba cuyo propietario era un residente de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia.
Moscú no acusó inmediatamente a Ucrania del ataque y las autoridades ucranianas no han reivindicado oficialmente su responsabilidad.
Sin embargo, Kiev amenazó en varias ocasiones con bombardear este puente, que también sirve para el suministro de sus tropas en Ucrania.
Las imágenes de videoseguridad difundidas en redes sociales mostraron una potente explosión en el momento en que circulaban varios vehículos sobre el puente, incluido un camión que las autoridades rusas sospechan que fue el causante de la deflagración.
En otras imágenes se observa una caravana de vagones cisternas en llamas en la parte ferroviaria del puente, y partes de una de las dos vías de la carretera derrumbadas.
Según los investigadores, la explosión dejó tres muertos: el conductor del camión y otras dos personas, un hombre y una mujer, que circulaban en un vehículo cerca del estallido.
El ejército ruso, que ha sufrido varios reveses militares y conoce dificultades en el frente de Jersón, en el sur de Ucrania, afirmó el sábado que el suministro de las tropas no estaba amenazado.
Ucrania bombardeó varios puentes de la región de Jersón --fronteriza con Crimea-- en los últimos meses parar frenar el suministro de las tropas. También golpeó bases militares en Crimea, ataques que revindicó meses más tarde.
Desde inicios de septiembre, las fuerzas rusas han tenido que retirarse de varios puntos del frente, en particular en Járkov (noreste) y Jersón.
Enfrentados a un ejército ucraniano galvanizado y fuerte con el suministro de armas occidentales, Putin decretó a finales de septiembre la movilización de cientos de miles de reservistas y la anexión de cuatro regiones ucranianas, aunque Moscú solo las controla parcialmente.
En una señal de descontento en las altas esferas por la conducción de las operaciones, Moscú anunció el sábado el nombramiento de un nuevo jefe de su "operación militar especial" en Ucrania, el general Serguéi Surovikin, de 55 años.