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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este viernes investigar la acción de la Policía israelí contra los asistentes al funeral de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, asesinada el miércoles de un disparo en la cabeza mientras cubría una redada del Ejército de Israel.
"No tengo todos los detalles, pero sé que tiene que investigarse", dijo el mandatario a la prensa al ser preguntado sobre si condena la actuación policial en las exequias de la veterana periodista de Al Yazira.
Estados Unidos ofreció este viernes apoyo a las autoridades israelíes y palestinas para investigar la muerte de la periodista palestina Shireen Abu Ahleh, asesinada el miércoles de un disparo en la cabeza mientras cubría una redada del Ejército israelí en el norte de la Cisjordania ocupada.
Así lo anunció en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, el mismo día en que la investigación inicial de las Fuerzas Armadas israelíes concluyó que "no es posible determinar inequívocamente el origen del disparo" que la mató.
"Nos hemos comprometido con ellos y les hemos ofrecido apoyo. Si necesitan nuestro apoyo específico, lo proporcionaremos", dijo la portavoz del presidente estadounidense, Joe Biden.
Psaki dijo que Estados Unidos no ha participado en las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora, pero afirmó que mantiene "estrecho contacto" con las autoridades israelíes y palestinas para darle seguimiento.
"Estamos disponibles para brindar la asistencia que sea necesaria", insistió.
La investigación israelí mantiene "dos posibilidades" sobre la fuente de la bala letal: que fueran palestinos armados, "que dispararon cientos de balas desde varios lugares"; o un soldado israelí que devolvía fuego a un miliciano palestino del que Akleh estaba cerca.
El funeral de la reconocida periodista de Al Yazira se celebró este viernes en Jerusalén este con miles de asistentes y un fuerte dispositivo de seguridad israelí, que cargó contra los palestinos por mostrar sus banderas y entonar cánticos.
Al respecto, Psaki pidió "respeto para el cortejo fúnebre" y los familiares de la periodista.
La periodista, identificada como prensa y llevando chaleco y casco, murió de un disparo en la cara el pasado miércoles mientras cubría una redada del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, donde Israel ha intensificado sus operativos de "contraterrorismo" en las últimas semanas con cerca de cincuenta muertos.
Israel insiste en que para poder determinar qué ocurrió, es necesario un "examen balístico profesional" de la bala que mató a la reportera, algo que está en manos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), quien se encargó de realizar la autopsia y ha prometido una investigación "exhaustiva y transparente" sobre lo ocurrido.
La Liga Árabe y el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, han responsabilizado directamente a Israel de su muerte, algo que también hicieron la cadena Al Yazira y testigos presenciales de los hechos.