Un peaje para viajar al corazón de Manhattan: después de años de postergación, el estado de Nueva York votó el lunes tasar a los automovilistas para así descongestionar la ciudad y también renovar el metro de Nueva York, algo inédito en Estados Unidos.
Este nuevo impuesto contra la congestión vial, siguiendo el modelo de peajes establecido en Londres, Estocolmo o Singapur, entrará en vigor en la capital financiera de Estados Unidos antes del 31 de diciembre de 2020, de acuerdo con la normativa aprobada el lunes por el Parlamento del estado de Nueva York.
La iniciativa planea gravar casi todo el tráfico que fluye a través del centro de la isla de Manhattan, al sur de la calle 60, aunque aún quedan por aclarar detalles prácticos.
Un panel de expertos tendrá que decidir los montos de los peajes: al menos 12 dólares por día para los automóviles y 25 dólares por camión, según estimaciones.
La medida, impulsada por el gobernador demócrata Andrew Cuomo reelegido en noviembre, ha sido aclamada por los ambientalistas, pero denunciada como "injusta" en barrios vecinos de Manhattan, como Queens o en el estado de Nueva Jersey, que limita con el área metropolitana neoyorquina.
Los automovilistas argumentan que afectará particularmente a los empleados que viven en áreas remotas carentes de transporte público y que se ven obligados a usar el automóvil para sus viajes diarios de ida y vuelta.
Los conductores que utilizan los varios puentes y túneles existentes para entrar a Nueva York, una ciudad rodeada de agua, ya están pagando peajes.
Los ingresos derivados del peaje deberían destinarse esencialmente a la renovación del metro de Nueva York, ya que se piensa recaudar fondos por unos 15.000 millones de dólares durante cinco años.