Las protestas del movimiento antivacunas y grupos radicales siguen en aumento en Canadá con la llegada este viernes de un nuevo convoy de manifestantes a Quebec City, mientras que otros grupos preparan su entrada en las próximas horas en Toronto y Ottawa.
En Quebec City, camiones de gran tonelaje se situaron este viernes en los alrededores del parlamento regional, la llamada Asamblea Nacional, y las autoridades prevén que la protesta se mantenga durante todo el fin de semana.
El primer ministro de la provincia de Quebec, Francois Legaul, declaró hoy que no tolerará que se repitan los casos de acoso que han sufrido los ciudadanos de Ottawa a manos de algunos de los integrantes del llamado "Convoy de la libertad" que llegó a la capital canadiense el pasado fin de semana.
Mientras, en Toronto, las autoridades han advertido de que miles de antivacunas protestarán este fin de semana en la mayor ciudad canadiense, aunque este viernes ya se veían grupos de manifestantes en los alrededores del edificio del parlamento regional.
En internet, los organizadores de la protesta han convocado a camiones y vehículos en varios puntos de encuentro en los alrededores de Toronto para formar un convoy que intentará llegar el sábado al parlamento regional.
En preparación, la Policía de Toronto ha cerrado las calles en torno al llamado Hospital Row, una serie de manzanas en las cercanías del parlamento regional, que alberga varios de los principales hospitales de la mayor ciudad canadiense.
Las autoridades de la ciudad temen que los manifestantes antivacunas impidan el acceso de ambulancias y vehículos de emergencia a los hospitales y que hostiguen a los profesionales sanitarios cuando acudan a sus centros de trabajo.
También, las autoridades de Ottawa dijeron que este fin de semana se espera que lleguen a la capital canadiense unos 2,000 manifestantes y otros 300 o 400 camiones adicionales, que se unirán a centenares de personas y alrededor de 250 camiones que desde hace una semana paralizan la ciudad.
En paralelo, la financiación y el alto nivel de organización de las protestas está causando alarma entre las autoridades canadienses.
El director de la Policía de Ottawa, Peter Sloly, declaró en una rueda de prensa este viernes que la protesta en la capital canadiense está muy organizada, con "múltiples centros de operaciones", tanto en Canadá como en el extranjero, y con una financiación procedente de todo el mundo.
El jueves, el Parlamento canadiense voto por unanimidad investigar el origen de las donaciones que ha recibido Canada Unity, los organizadores del llamado "Convoy de la libertad".
La campaña de donación a través del portal estadounidense GoFundMe ya ha recaudado 10 millones de dólares canadienses (unos 7,89 millones de dólares estadounidenses) para financiar las protestas.
Un comité del Parlamento canadiense llamará a declarar en los próximos días a los directivos de GoFundMe para que ofrezcan detalles sobre las donaciones recibidas y las medidas adoptadas para evitar que el dinero sea distribuido a grupos o individuos que fomenten "extremismo, supremacismo, antisemitismo y otras formas de odio".
El diputado Alistair MacGregor, del socialdemócrata Nuevo Partido Democráctico (NPD), que ha impulsado la investigación, teme que buena parte de las donaciones, realizadas de forma anónima o con nombre ficticios, procedan de fuentes extranjeras relacionadas "con grupos extremistas".
Las sospechas de MacGregor no parecen infundadas: Las protestas han recibido el apoyo público del expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) y el empresario Elon Musk, este último el hombre más rico del mundo y conocido por su oposición a las políticas de sanidad pública implementadas para contener la pandemia.
Entre los símbolos que se han podido ver estos días en las protestas que atenazan Ottawa hay desde parafernalia de Trump y su movimiento Make America Great Again (MAGA) hasta banderas nazis y de la Confederación de Estados Unidos.
De momento GoFundMe decidió ayer suspender la distribución de las donaciones a los organizadores del "Convoy de la libertad" hasta asegurarse que la campaña cumple con los términos de servicio de la compañía.
Un análisis de los donantes realizado por la radiotelevisión pública canadiense, CBC, ha determinado que alrededor de un tercio de los 120,000 donantes a la campaña han proporcionado dinero de forma anónima o utilizando nombres falsos.
El análisis también ha concluido que la protesta del movimiento antivacunas y grupos radicales ha recibido dinero de Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y Polonia.
La conexión de las protestas con grupos radicales extranjeros fue reafirmada por el subdirector de la Policía de Ottawa, Steve Bell, quien declaró hoy que las autoridades canadienses están cooperando con el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en la investigación de una serie de amenazas recibidas en los últimos días.