Las fuertes ráfagas de viento en un parque de diversiones de Texas arrastró a un empleado a las alturas mientras ayudaba a una niña a subir al juego.
En redes sociales está circulando un video que muestra el momento en que el famoso juego de La Bala, del 54° Festival Anual Groves Pican en Houston, se eleva por las alturas debido a los fuertes vientos.
El incidente ocurrió cuando un empleado ayudaba a una niña a subir al juego justo en el momento en el que el aire lanzó la cabina a las alturas quedando el hombre colgado de brazos desde la puerta.
En lugar de soltarse, el hombre se agarró a la puerta para intentar cerrarla y así evitar que la niña, identificada como Juliana Bernal, se saliera de la cabina.
De acuerdo con informes de medios locales, los asistentes de la feria se dieron cuenta de lo que sucedía porque el hombre estaba gritando por ayuda desde las alturas y porque no podían echar a andar el juego para que diera la vuelta y así bajar la cabina a nivel del piso.
En seguida de que vieron al operador colgado, llamaron a emergencias. Cuando llegaron los rescatistas se dieron cuenta que el hombre logró cerrar la puerta a pesar de las circunstancias y del riesgo de que podría caerse.
La madre de Juliana le dijo al medio KMBT que el juego parecía estar funcionando bien y que el problema fue el fuerte viento; agregó que tenía miedo de que el día de diversión de su hija terminara en una desgracia.
“Sólo queríamos divertirnos un poco, ya sabes, un día en familia. Fuimos y conseguimos las pulseras. Ese era el primer viaje que quería hacer”.
Y agregó: “Al principio empezó a ir lento y él estaba tratando de detenerlo, pero la puerta no estaba cerrada. Cuando él iba a cerrarla, simplemente salió volando”.
Juliana salió ilesa del incidente, dijo su madre, mientras el operador resultó con algunas cortadas en las manos debido a sus esfuerzos por agarrarse de la puerta.
Los asistentes catalogaron al hombre como un héroe al arriesgar su vida por la seguridad de la niña. “Estoy muy feliz de que mi hija haya sido salvada y estoy muy agradecida con ese hombre”.
En la misma fila en la que se formó la pequeña para subir a La Bala, había un grupo de niños que esperaban su turno, tras ver cómo el juego mecánico se elevaba sin control, corrieron en busca de sus padres.