El sur de Estados Unidos enfrenta una dura batalla sin electricidad tras tormentas devastadoras, mientras las altas temperaturas persisten en la región. Los apagones en los bosques de pinos de Texas podrían extenderse hasta finales de la semana, mientras los equipos luchan por reparar los daños.
En algunas áreas de Luisiana y Mississippi, la ola de calor se suma a fuertes lluvias, vientos huracanados, tormentas eléctricas y granizo. Las autoridades de Luisiana se ven obligadas a cerrar múltiples oficinas estatales debido a los riesgos climáticos.
"Es insoportable", comenta Leigh Johnson, residente de Mount Vernon, Texas, a la televisora local. Han pasado tres días sin electricidad. La situación es terrible, ya que el índice de calor ha sido tan alto que deben tomar baños de agua fría para sobrevivir.
Incluso tienen que refugiar a sus mascotas en la bañera para protegerlas del golpe de calor. La situación es desesperante. Más de 120,000 clientes aún se encuentran sin electricidad en el este de Texas y partes de Luisiana y Oklahoma, según la Southwestern Electric Power Company.
Además, 4,000 clientes esperan que se restablezca el servicio en la ciudad de Perryton después de un tornado devastador la semana pasada. Se pronostican condiciones de calor y humedad en todo el sur, con temperaturas que alcanzarán los 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) en gran parte de la región.
Las alertas por calor extremo están vigentes en amplias áreas de Luisiana y Texas, lo que ha llevado a muchas ciudades a abrir centros con aire acondicionado.
En Austin y San Antonio, se espera que las temperaturas superen los 37 grados Celsius (100 grados Fahrenheit).
Mientras las temperaturas superan los 30 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) en el centro de Mississippi, fuertes vientos causan apagones en la región el viernes por la mañana.