Oseja de Sajambre es un pequeño pueblo escondido en el corazón de Picos de Europa (noroeste español), con apenas 200 habitantes, que tuvo energía eléctrica el lunes mientras la península ibérica se apagaba.
Este municipio está situado en un paraíso natural y precisamente su ubicación le ha hecho aprender después de muchos inviernos aislado a consecuencia de mantos de nieve de un metro.
Así lo explica a EFE una de sus vecinas, Nieves Moral, sorprendida porque el pueblo conservó el suministro eléctrico mientras España se quedaba a oscuras.
"Pensé: nosotros sin luz los primeros. Pero fíjate, parecemos el fin del mundo y somos los únicos que tuvimos luz. Hasta la televisión estuve viendo. Y cociné. Lo único que no teníamos era teléfono", comenta.
El motivo es una pequeña central hidroeléctrica que funciona mediante un sistema "en isla" y que históricamente ha permitido a este valle contar con un sistema de generación eléctrica independiente para autoabastecerse.
España y Portugal recuperan este martes progresivamente la normalidad tras un apagón sin precedentes que paralizó ambos países el lunes por causas que aún no han sido aclaradas