Gobernadores y alcaldes de grandes ciudades de Estados Unidos indicaron este jueves que implementarán medidas para ayudar a las familias de los inmigrantes que puedan verse afectados por las redadas que, según informaciones de prensa, comenzarán a nivel nacional este fin de semana.
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio y la Oficina de Asuntos de Inmigrantes de esa metrópolis pidieron ser "conscientes" de los derechos de los indocumentados si un agente federal de inmigración llega a su hogar o se aproxima en un lugar público.
En su mensaje, De Blasio dijo que, en caso de redadas, los inmigrantes pueden pedir "ayuda gratuita legal y segura" para aprender cómo protegerse en una situación de este tipo.
En Chicago, la alcaldesa Lori Lightfoot afirmó que la principal urbe del estado de Illinois "es y siempre será una ciudad acogedora que no tolerará que se separe" a las familias.
En esa ciudad, una de las diez en las que se supone que agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) realizarán las redadas, se espera que 10.000 personas participen este sábado de una marcha en contra de estas operaciones.
Según la información de medios nacionales, entre las ciudades donde podrían ocurrir esas redadas se cuentan además Atlanta, Denver, Baltimore, Houston, Miami, Los Ángeles, Nueva York y San Francisco.
El objetivo serían unas 2.000 personas que ya tienen una orden final de deportación y que, en algunos casos, no se presentaron a las audiencias en los tribunales de inmigración.
Gavin Newsom, gobernador de California, el estado con mayor número de indocumentados, se sumó a las críticas y reconoció que los rumores están aumentando la "ansiedad" en la comunidad migrante y urgió a prepararse para cualquier contingencia con ICE, pues es "vital" saber que los indocumentados también tienen derechos.
Por su parte el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sostuvo que su estado "continuará apoyando a todos los inmigrantes para asegurar que todos ellos tengan todas las protecciones que brinda la ley".
En Denver, el alcalde Michael B. Hancock expresó que se mantienen firmes en su "compromiso con los inmigrantes que contribuyen" a la comunidad y economía local y a las "familias que huyen de la violencia".
Además, dijo, Denver hará todo lo posible para evitar la "práctica inhumana" de separar a los niños de sus familias. "Nunca apoyaremos redadas destinadas a difundir el miedo en nuestra comunidad", dijo.
De hecho, cuando las redadas fueron anunciadas por primera vez a finales de junio, la alcaldesa de San Francisco, London Breed, había dicho en un comunicado que resultaba "irracional" que el Gobierno "se enfoque en inocentes familias inmigrantes con redadas secretas diseñadas para infligir tanto miedo y dolor como sea posible".
Por eso, San Francisco, Nueva York, Denver y otras ciudades han activado o expandido sus propios planes de ayuda legal gratuita para ciertos indocumentados.
Hancock pidió este jueves que empresas y personas de Denver realicen donaciones a favor del Fondo de Servicios Legales para Inmigrantes de Denver, que brinda servicios legales de inmigración gratuitos a las personas en riesgo de deportación".
A mediados de junio, Trump dijo por Twitter que el ICE iniciaría un proceso para deportar a "millones" de indocumentados.
Poco después, se supo que ICE planeaba redadas masivas a partir del 23 de junio, pero Trump postergó dos semanas las redadas, plazo que acabó este pasado domingo, para dar tiempo a que demócratas y republicanos pactasen un acuerdo migratorio en el Congreso, pero hasta el momento no han alcanzado ningún acuerdo.