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A sus 29 años, el boxeador Andy Ruiz Jr. está viviendo uno de los momentos más anhelados de su vida, coronarse campeón mundial de peso pesado, y hacerlo bajo la bandera de un país que no lo vio nacer pero que hoy lo recibe como uno de sus hijos más queridos: México.
"Bien orgulloso porque cumplí mis sueños y por mi país" agregó.
Cuando Ruiz se refiere a "mi país" el campeón mundial no habla de Estados Unidos, donde nació, creció y vive con su familia. Él habla de México, la nación en la que se entrenó desde los seis años y a la que representó en dos eliminatorias rumbo a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El tatuaje en el brazo derecho que dice "Hecho en México" ratifica la lealtad de este hombre al país que su papá le enseñó a amar.
"Si uno es mexicano, uno le inculca a sus hijos que ellos también lo son, no importa dónde hayan nacido", dijo a Efe Andrés Ruiz, padre del boxeador.
Ruiz Jr. defiende a México y su himno
"Estábamos muy enojados en el camerino porque no querían poner el himno nacional mexicano en mi entrada, entonces mi papá dijo que no había pelea, entonces pusieron el himno" cuenta Ruiz Jr.
Así como defiende el hecho de ser mexicano, el campeón acepta que él no tiene la última palabra. En esta familia la voz del padre tiene mucho valor, al igual que la de la mamá.
"Siempre estuvimos en todas sus peleas, si yo o la mamá, (Felicita Ruiz) no estábamos acompañándolo, él se sentía mal", explica Ruiz padre.
Está tradición de seguir los consejos de la familia es la que ha marcado la vida del campeón. Y es que el boxeador le debe el amor al deporte a su abuelo, don José Ruiz, quién entrenaba boxeadores en Mexicali, una ciudad fronteriza con California.
Don José quiso que alguno de sus hijos fuera boxeador pero cuando emigró y pasó la frontera norte, los sueños se fueron desvaneciendo, ya no había acceso a los gimnasios.
“Yo quería que Ruiz Jr fuera como Rocky”, dice padre del campeón mundial
"Yo quería que fuera como Rocky, y le decía no importa lo que digan, tú síguele", recuerda el padre del campeón.
Como un niño obediente, Ruiz Jr. siguió las instrucciones y los consejos, aunque le costara un poco.
"A los seis años yo quería estar con mis amigos jugando pero me tocaba hacer caso a mi papá y comencé a boxear," recuerda Ruiz Jr.
Ahora cuando ve la frontera que su padre pasó una y otra vez con él, Ruiz Jr. corrobora que los padres hacen todo por sus hijos, y comprende porqué tantos están llegando a buscar una mejor vida para sus retoños.
"La frontera ha cambiado mucho, hay mucha gente batallando, muchos niños y me gustaría hacer algo, quisiera ayudarles y decirles que aunque les digan que no, que luchen, que sí se puede", explicó el campeón.
Esa es otra lección que Ruiz Jr. ha aprendido muy bien. A pesar de tener un récord casi impecable, las apuestas el pasado primero de junio estaban contra él.
Muy pocos pensaron que podría arrebatarle los cinturones al inglés Anthony Joshua, quién ya pidió la revancha, y por la que la esquina del boxeador mexicano podría estar pidiendo al menos "50 millones de dólares", informó a Efe Ruiz padre.