Amy Cooper, la mujer blanca que dijo ‘sentirse amenazada’ por un hombre negro en Central Park en mayo pasado, fue acusada por un cargo que podría enviarla a la cárcel hasta por un año.
El fiscal de distrito de Manhattan, Cy Vance, anunció que Cooper será procesada por presentar un informe policial falso luego de que un observador de pájaros afroamericano le pidió que mantuviera a su mascota con una correa mientras paseaba por Central Park.
Según medios estadounidenses, Cooper de 41 años, se presentó en la oficina del fiscal este lunes para ser acusada de informar falsamente un incidente de tercer grado.
Se le emitió una orden de comparecencia y se le solicitó regresar a la corte el próximo 14 de octubre para una lectura de cargos.
“Hoy nuestra oficina inició un juicio contra Amy Cooper por informar falsamente un incidente de tercer grado”, dijo el comunicado emitido por la fiscalía.
“Nuestra oficina proporcionará al público información adicional a medida de que avance el caso. En este momento me gustaría alentar a cualquiera que haya sido blanco de informes falsos a que se comunique con nuestra oficina. Estamos firmemente comprometidos a responsabilizar a los autores de esta conducta”.
Amy Cooper atrajo la atención de los internautas en mayo pasado tras llamar a la policía para acusar a un afroamericano de amenazarla mientras paseaba por Central Park.
De acuerdo con un video grabado por la víctima de racismo, Christian Cooper, y viralizado en redes sociales, la mujer blanca llamó al 911 luego de que éste le pidiera que le pusiera una correa a su perro, regla que deben cumplir los dueños que visitan Central Park en <span >Nueva York. </span>
Aunque ambos se apellidan igual, no son parientes.
Cuando ella se negó, el hombre llamó al perro para que se acercara por lo que Amy Cooper se le enfrentó y lo amenazó con llamar a la policía.
“Hay un hombre afroamericano amenazando mi vida”, dijo la mujer por teléfono.
La hermana de Christian publicó el video en redes sociales y tomó tanta relevancia en Estados Unidos que la mujer fue suspendida de su trabajo en la firma de inversión Franklin Templeton y su perro fue entregado al refugio Abandoned Angels Cocker Spaniel Rescue Inc. de donde fue adoptado días antes.
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