El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien enfermó de covid-19 en enero, recibió este martes la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca durante su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional.
El mandatario se quitó el abrigo y se sentó en una silla al lado del atril presidencial, donde la teniente enfermera del Ejército Melina Vega le mostró la jeringa, le levantó la manga izquierda de la camisa, le inyectó la vacuna y le entregó su registro de vacunación.
"No duele, pero además ayuda mucho y nos protege a todos. Hago un llamado a todos los adultos mayores para que todos nos vacunemos. No hay ningún riesgo", expresó tras ser vacunado el presidente, de 67 años, hipertenso y reacio a llevar cubrebocas en público.
Previamente, López Obrador dijo estar "muy tranquilo", con "cabeza fría y corazón caliente", y tras la inoculación bromeó con que la enfermera, que portaba guantes, "tiene las manos muy suaves".
El presidente se retiró de la conferencia de prensa para permanecer en observación durante 30 minutos por posibles efectos adversos como dolor en la zona de la inyección.
Con más de 212.000 muertos y 2,3 millones de contagios confirmados, México es el tercer país del mundo con mayor número de decesos, después de Estados Unidos y Brasil, y ha aplicado hasta ahora 14,3 millones de dosis de distintas vacunas.
Desde que llegaron las primeras dosis a México en diciembre del año pasado, el presidente dijo que se vacunaría cuando le tocara por rango de edad y criticó duramente las llamadas vacunaciones VIP en otros países.
Por ser mayor de 60 años y residir en el centro de Ciudad de México, donde se ubica el Palacio Nacional, a López Obrador le correspondía recibir su primera dosis a finales de marzo.
Sin embargo, aplazó su inoculación porque sus médicos le dijeron que tenía "suficientes anticuerpos" de cuando estuvo enfermo de covid-19 en enero, durante dos semanas en las que suspendió pro completo su agenda pública.
Finalmente, el lunes confirmó que este martes se vacunaría en su tradicional rueda de prensa matutina con AstraZeneca para dar ejemplo y demostrar que "no hay riesgos" y que "las reacciones son normales".
A diferencia de otros países, México no ha puesto en duda en ningún momento la eficacia de la vacuna de AstraZeneca, que se ha aplicado con normalidad a mayores de 60 años.
El país también cuenta con dosis de la estadounidense Pfizer, la rusa Sputnik V y las chinas Sinovac y CanSino.
Este martes arrancó también la vacunación a maestros que se sumaron al personal sanitario y a los adultos mayores de 60 años que están siendo inmunizados.