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El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este jueves que su Gobierno "estaba preparado" para el golpe del huracán Otis, que dejó 27 muertos y sorprendió por romper el récord de intensificación al pasar de tormenta tropical a huracán categoría 5 en menos de 12 horas.
“Mi reconocimiento a lo que están haciendo las Fuerzas Armadas desde los primeros momentos, desde antes, ya estábamos preparados. Desde luego, fue algo excepcional, inesperado, yo envié un aviso, estaba pendiente cuando se informó de que podía entrar con categoría 5”, aseguró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
Otis, que ingresó el miércoles al sureño estado de Guerrero, pasó de tener de vientos de 64 kilómetros por hora a 270 kilómetros por hora en menos 12 horas, algo "atípico" y "poco probable", que los pronósticos internacionales "no preveían", expuso la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
"No tiene precedente en el país, en los últimos tiempos, no solo por la forma en la que fue tomando fuerza en tan poco tiempo, sino la magnitud del huracán, cómo entra con mucha fuerza, categoría 5", comentó López Obrador.
Pero el presidente criticó a sus "adversarios" por cuestionar la respuesta de su Gobierno, que en 2021 extinguió en una reforma de austeridad el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el mecanismo que México usaba para financiar de emergencia la reparación tras los desastres.
“Todavía no pasaban los efectos del huracán y ya estaban nuestros adversarios, que son muy deshonestos e inmorales, hablando de que había desaparecido el Fonden”, expresó el gobernante mexicano.
“¿Por qué empezar a hablar de eso, si todavía ni siquiera han iniciado las acciones?", cuestionó.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, aseveró el miércoles que el Gobierno cuenta con 18,000 millones de pesos (cerca de 1,000 millones de dólares) en un fondo de emergencias.
“Tenemos un recurso para eso garantizado", sostuvo ahora López Obrador.
El presidente anunció el despliegue de 10,000 elementos de las Fuerzas Armadas y 1,000 funcionarios, llamados "Servidores de la nación", para censar los daños.
“Vamos a apoyar con un programa de construcción y mejoramiento de vivienda a todos los afectados, esa es la información que queremos transmitir, lo mismo a los pequeños comercios, que tienen sus palapas (negocios informales en la playa) y que se buscan la vida”, prometió López Obrador.
Además de 27 muertos y cuatro desparecidos, Otis dejó a más de medio millón de personas sin luz y cortó las comunicaciones de la Costa Sur de Guerrero.
Entre los daños reportados hasta ahora, el Gobierno contabilizó seis cierres carreteros, daños en el Hospital General Regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Acapulco, y destrozos en el 80 % de los hoteles en la costa.