Amazon está por abrir un supermercado sin cajeros a la salida, una señal más de que el gigante de las ventas minoristas online está realmente empeñado en revolucionar la venta de comestibles. Se trata de un mercado valuado en 800.000 millones de dólares en Estados Unidos.
En la nueva tienda, cuya inauguración estaba prevista para el martes en Seattle, el comprador puede recoger leche, huevos o carne y salir sin abrir jamás su billetera. Al entrar, el cliente escanea una aplicación en su teléfono celular. Cámaras y sensores rastrean lo que retira de los estantes. Los artículos se suman a su cuenta de Amazon después de salir.
La venta de comestibles no es novedad para Amazon. En 2017 compró la cadena de supermercados Whole Foods con 500 sucursales y ha ampliado su servicio de entrega de comestibles a domicilio. Pero está muy lejos de su rival Walmart, el primer vendedor de comestibles de Estados Unidos, con más de 4.700 locales de venta.
En la nueva tienda en Seattle, basta escanear un solo teléfono para que compre toda la familia. Todo lo que tomen irá a la cuenta de la persona con la que entraron. Pero el comprador no debe ayudar a otro que no alcanza el estante más alto: el que toma el artículo lo paga.