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La indignación de la representante Alexandria Ocasio-Cortez en torno al ataque verbal de un legislador republicano se convirtió en un momento extraordinario en el recinto de la Cámara de Representantes, luego de que ella y otras demócratas arremetieron contra una cultura sexista de “aceptar violencia y un lenguaje violento contra las mujeres”, cuyos adeptos incluyen al presidente Donald Trump.
Un día después de rechazar una oferta de arrepentimiento por parte del representante republicano Ted Yoho por su lenguaje durante un conflicto en las escalinatas del Capitolio esta semana, Ocasio-Cortez y más de una decena de colegas dijeron que el incidente es un comportamiento demasiado común entre los hombres, incluido Trump y otros republicanos.
“Este problema no se trata de un incidente. Es cultural”, dijo Ocasio-Cortez, describiéndolo como una cultura de “aceptar la violencia y el lenguaje violento contra las mujeres, y toda una estructura de poder que lo apoya”.
La notable declaración, y el hecho de que varias legisladoras dicen que se han enfrentado en varias ocasiones con ese trato, se produce en un año electoral en el que las encuestas muestran que las mujeres se inclinan decisivamente contra Trump, quien tiene un historial de mofarse de las mujeres.
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“Personalmente, he experimentado insultos, racismo y sexismo toda la vida”, dijo la representante Barbara Lee. “Y créanme, esto no paró luego de ser elegida para ocupar un cargo público”.
Trump fue captado en un video de 2005 jactándose de abusar físicamente de mujeres, y en su menosprecio de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi la ha llamado “loca”.
En una aparente referencia a esa grabación, que atrajo la atención durante la campaña presidencial de 2016, Ocasio-Cortez dijo que los hombres acosan a las mujeres con “un sentido de impunidad” todos los días, como cuando “individuos que ocupan el cargo más alto de este país admiten lastimar a mujeres”.
También recordó que el año pasado, Trump dijo que ella y tres colegas del “escuadrón” de demócratas de color progresistas deberían “regresar” a sus países de origen, aunque todas, excepto una, nacieron en Estados Unidos y todas cuentan con la nacionalidad estadounidense.
Las legisladoras que se sumaron a Ocasio-Cortez representan una amplia gama de demócratas de la cámara baja, lo que destaca su unidad en torno a una cuestión que es fundamental para el partido y que tiene la capacidad de energizar a sus votantes.
Ningún republicano habló en el pleno de la Cámara de Representantes. Pero un portavoz de Yoho envió un comunicado por correo electrónico en el que el representante dijo que “nadie fue acosada, hostigada o atacada” durante lo que llamó una breve discusión sobre políticas.
Yoho, uno de los legisladores más conservadores del Congreso, dijo que Ocasio-Cortez no tiene el “derecho de exagerar, hablar sobre mi familia, o dar cuenta de algo que no sucedió con fines políticos. El hecho sigue siendo el mismo, no me voy a disculpar por algo que no dije”.
En el encontronazo ocurrido el lunes y presenciado por un reportero de The Hill, Yoho increpó a Ocasio-Cortez en la escalinata de la Cámara de Representantes por decir que una parte del aumento del crimen durante la pandemia de coronavirus podía ser vinculado al alza del desempleo y la pobreza.
Ocasio-Cortez relató el evento en el recinto de la Cámara de Representantes el jueves. Dijo que Yoho puso el dedo en su cara y la llamó desagradable, loca y peligrosa.
También comentó al pleno de la cámara baja que frente a los reporteros la llamó: “y cito: ‘maldita perra’”, usando palabras soeces. Eso coincidió con la versión de The Hill sobre lo que había dicho Yoho. Ocasio-Cortez no estuvo presente para esa observación.
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