Distintos temblores han golpeado una amplia área del norte de California esta semana, aunque hasta el momento sólo se han notificado daños leves.
Un movimiento de 5.5 grados, que tuvo su epicentro en la zona turística cercana al lago Almanor de Sierra Nevada, tuvo lugar a las 4:19 de la tarde del jueves, seguido de una réplica de 5.2 a las 3:18 de la madrugada del viernes, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Los negocios locales estaban haciendo la limpieza de los daños menores en la zona, ubicada a alrededor de 290 kilómetros (180 millas) al noreste de San Francisco, según informó el canal de televisión ABC10.
"Hubo muchos cristales rotos, muchos platos rotos, mucho licor derramado en el piso de arriba", dijo Stephanie Hughes, gerente de un restaurante local, a la estación después del terremoto del jueves. "Todo temblaba.
Los clientes salieron corriendo al césped fuera del local", agregó Hughes. Personas en Sacramento, que está a unos 260 kilómetros (160 millas) al sur, informaron haber sentido el terremoto.
Lucy Jones, sismóloga del Servicio Geológico, señaló que el movimiento de magnitud 5,5 fue el más fuerte en California desde la serie de sismos Ridgecrest en 2019, cuyo más fuerte fue de magnitud 7,1. Actualmente, Jones dirige un centro que se enfoca en hacer que las comunidades sean más resistentes frente a los desastres.
En la ciudad de México, el pasado 10 de mayo se registró un sismo de 3.3 grados con epicentro en la capital mexicana.
El sismo se registró en el Poniente de la CDMX, lo que provocó el pánico entra varios residentes de esas zonas.
Debido al movimiento telúrico, varios microsismos se han registrado a lo largo de las últimas horas. Los sismos han sido con intensidades menores, llegando hasta registros de 1.4 grados.
Autoridades han reiterado que debido a que el epicentro del sismo fue dentro de la ciudad de México no se activaron las alertas sísmicas.