El padre de un adolescente con autismo grave que se ahogó en una piscina familiar en Michigan se declaró culpable de homicidio involuntario.
Los fiscales acusaron a Tim Koets de no supervisar a su hijo Sam, de 16 años, cuyas manos estaban atadas mientras estaba de pie en la piscina en marzo de 2019. Koets dijo que se había ido a trabajar y que se le aseguró que otros cuidarían a su hijo en su casa cerca de Hudsonville.
Koets se declaró el martes culpable de homicidio involuntario y abuso infantil en cuarto grado, informó WOOD-TV.
El caso “envía una fuerte señal a nuestra comunidad de que todos los niños importan, todos los niños valen, la vida es importante”, dijo el vicefiscal del condado de Ottawa, Paul Kraus.
El abogado de Koets no contestó un mensaje dejado el miércoles en busca de comentarios.
Koets ha dicho que despertó a su esposa antes de irse a trabajar ese día para que pudiera cuidar a Sam. Michelle Koets, que había trabajado un turno nocturno como enfermera titulada, confirmó que él la alertó antes de salir.
Tim Koets sabía que el adolescente había entrado en la piscina helada por mensajes de texto de una hija, dijo la policía.
Las autoridades dijeron que los padres a veces sujetaban los brazos del niño para evitar que se lastimara a sí mismo o a otros.
“No lo puedo creer. O sea, 16 años, nos preocupamos por ese niño, y que el fiscal me trate de esta manera es muy, muy doloroso para mí”, dijo Tim Koets a “Inside Edition” en enero pasado.
Koets tiene programado recibir sentencia el 18 de enero.