Con playas cerradas en Florida y California, donde las restricciones por la pandemia volvieron a instalarse como en otros lugares en el país, Estados Unidos se prepara para un fin de semana largo distinto ante el repunte de los contagios de coronavirus, que las autoridades admiten no tener bajo control.
El 4 de julio, que usualmente se celebra en familia o encuentros para contemplar los fuegos artificiales, llega en un momento fortalecimiento de la pandemia de covid-19 en varias regiones, lo que obligó en algunas a interrumpir el proceso de desconfinamiento.
Ante el resurgimiento de nuevos casos, se espera que el gobernador de California, Gavin Newsom, anuncie el miércoles la reinstauración de algunas restricciones y el fortalecimiento de las medidas sanitarias.
"El marco es el siguiente: si no te vas a quedar en casa y no vas a usar tapabocas en público, tenemos que aplicar la ley y lo haremos", advirtió el martes.
Newson está particularmente preocupado por las grandes celebraciones familiares en las que los invitados "bajaban la guardia" sobre el uso de mascarillas.
En el área de Los Angeles, las autoridades locales han cerrado las playas durante el fin de semana, y el condado de San Diego ha implementado una restricción horaria para bares y restaurantes.
Algunas playas de Florida, donde la temporada turística está en pleno apogeo, también se han cerrado en un intento por frenar este nuevo pico de infecciones, y los municipios han intensificado las medidas de protección de la salud.
En el condado de Miami-Dade, los voluntarios van de puerta en puerta distribuyendo tapabocas, guantes y alcohol en gel, repitiendo a los residentes la importancia de las medidas preventivas.
La ciudad de Miami Beach ha hecho obligatorio usar la máscara en público, con una penalidad de 50 dólares a quien no obedezca. Además, en Miami las autoridades decidieron el martes cerrar durante 30 días las empresas que no cumplen con las medidas sanitarias.
Del mismo modo, en Nueva York, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, anunció el miércoles que los restaurantes no podían reabrir sus salones, como estaba previsto en la estrategia de desconfinamiento.
"Todos compartimos la preocupación de que comer dentro de un restaurante se ha tornado problemático", señaló.
"Incluso la semana pasada tenía esperanzas, pero las noticias que hemos recibido de todo el país empeoran cada vez más", dijo el alcalde demócrata en conferencia de prensa.
Según explicó, De Blasio está trabajando con las autoridades del estados para establecer una nueva fecha de reapertura en la que se puedan brindar mayores garantías de seguridad sanitaria.
El estado de Nueva York, que fue durante mucho tiempo el epicentro de la pandemia en el país, y que ha visto un retroceso durante varias semanas, también ha establecido medidas estrictas para protegerse, al ordenar la cuarentena para los visitantes de 16 estados, casi la mitad de la población estadounidense.
La atención ahora se centra en grandes reuniones por las celebraciones del Día de la Independencia.
El 3 de julio, el presidente Donald Trump planea asistir a los fuegos artificiales con su esposa Melania en Mount Rushmore, una importante atracción turística en Dakota del Sur, donde los rostros de expresidentes del país están tallados en granito.
En Florida, la mayoría de los eventos por la fecha han sido cancelados. Para los que quedan en pie, las autoridades han pedido a los espectadores que asistan y permanezcan en sus automóviles.
En Nueva York, la cadena Macy's anunció la organización "sorpresa" de varios espectáculos de pirotecnia de cinco minutos a lo largo de la semana, para evitar multitudes.
"Cada evento será breve y terminará antes de que los residentes puedan reunirse", explicó Macy's en un comunicado.
Con 1.199 muertes adicionales por el nuevo coronavirus registradas en el país en 24 horas, la cifra diaria comenzó a aumentar nuevamente el martes, según la Universidad Johns Hopkins. Este número se había mantenido por debajo de 1.000 desde el 10 de junio.
Más de 127.000 personas murieron hasta el momento por la covid-19 en suelo estadounidense, el país más afectado del mundo por la pandemia en términos absolutos.
También ha registrado durante varios días más de 40.000 nuevas infecciones diarias.
El experto líder del país en enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, advirtió que la cifra de nuevos casos diarios podría subir a 100.000 si las autoridades y el público no adoptan medidas para frenar el contagio. Y reconoció que las autoridades sanitarias "no tienen el control total" de la pandemia.