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Durante su campaña y aún después de ser electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump criticó fuertemente que compañías estadounidenses decidieran mudarse a México u otras parte del mundo, por lo que se planteó como propósito el devolver esos empleos a los estadounidenses para “hacer grande a América otra vez”; pese a ello aún existen empresas que desafían al magnate y que han optado o están en miras de moverse del país.
Las amenazas de Trump incluyen el cierre del TLCAN o imponer entre 35% y 45% de aranceles a las importaciones chinas y mexicanas, lo que podría significar un problema para las empresas y agitación en los mercados financieros. Según dio a conocer el magnate en campaña electoral, Estados Unidos perdió 58,000 millones de dólares al año producto del déficit comercial con México en el 2015.
Sin embargo, empresas del país del norte aún apuestan por trasladarse a México, algunas ya lo han hecho, al considerar que la fuerza laboral en México es talentosa y los sueldos son mucho menores, alrededor de 80% más bajos.
Durante su campaña, Trump criticó fuertemente a la compañía automotriz Ford por su decisión de mover su producción de pequeños vehículos a una nueva planta en San Luis Potosí, México, valorada en 1.6 mil millones de dólares, a pesar de que la compañía aseguró de que ninguno de los empleos se perderá en su planta en Wayne, Michigan.
De acuerdo con Los Angeles Times, otras tres compañías con sede en Estados Unidos decidieron trasladar sus plantas a México por los beneficios en ahorro de millones de dólares al año que esto representa, estas son: Rexnord Corp., Mondelez International y Brake Parts Inc.
Rexnord Corp. anunció en octubre el cierre de su planta en Indianápolis y la mudanza de su trabajo el año próximo a México, lo que dejaría a 295 de sus empleados sin trabajo en este país.
La empresa optó por instalarse en Monterrey “para operar de la forma más económica posible, sin dejar de producir productos de alta calidad en un entorno competitivo”.
De acuerdo con el líder de la filial 1999 del sindicato United Steelworkers, Chuck Jones, "Rexnord Corp. dijo que estaban ahorrando 15.5 millones de dólares al año, y que no podíamos llegar a ningún acuerdo (para quedarse en la ciudad), a menos que se trabaje por 5 dólares la hora, para mantener abierta esta instalación".
Según indicó Jones a Los Angeles Times, los empleados de Rexnord en Indianapolis ganan 25 dólares la hora, en comparación con los 3 dólares por hora que obtienen los trabajadores en México.
Por otra parte, Mondelez International, trasladó su subsidiaría Nabisco con sede en Chicago a Salinas Victoria, Monterrey, lo que provocó el descontento de Donald Trump. "Amo las Oreo. Pero nunca más volveré a comer galletas Oreo", dijo el magnate cuando en julio pasado la empresa anunció el cierre de su fábrica.
La compañía podría ahorrar cerca de 46 millones de dólares al año al poner sus nuevas líneas de producción en México, explicó el portavoz de la compañía Laurie M. Guzzinati a LA Times.
La mano de obra barata y el alto precio del azúcar en los Estados Unidos causado por restricciones a la importación motivó el movimiento de la empresa, explica el diario. Alrededor de 435 empleados fueron despedidos.
En tanto que Brake Parts Inc. con sede en Chowchilla, California, eligió también mudarse a Nuevo León, pues de acuerdo con ejecutivos de la empresa, todos sus competidores se encuentran en México.
"No hay manera de que los trabajadores estadounidenses vayan a trabajar por 3.50 o 4 dólares por hora, y esa es la realidad de la situación".