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La creatividad podría definirse como el uso de la imaginación o la inventiva para crear algo. En algunas empresas dicen que el trabajo bajo presión impulsa a sus empleados a ser más creativos, pero, ¿qué tan cierto es?
Brian Kenny de Harvard Business School ejemplifica que Thomas Edison, uno de los inventores más prolíficos de la historia de Estados Unidos, tenía 2 mil 332 patentes, pero fue despedido de sus dos primeros empleos por ser improductivo.
Teresa Amabile, autora de Creativity Under the Gun en Litmus Corporation, sugiere que creatividad y productividad no siempre van de la mano.
“La mayoría de las personas siente que no tiene tiempo para hacer su trabajo y no lo hace de manera tan creativa e innovadora como le gustaría. Además, es fácil ponerse de mal humor al trabajar bajo presión; los creativos necesitan espacio y eso no siempre encaja bien en el entorno corporativo”, señala.
La Universidad analizó a 26 equipos de proyectos creativos en siete empresas diferentes y tres industrias. Los resultados arrojaron que quienes trabajan bajo presión son más productivos, pero no más creativos; hicieron muchas cosas, pero fueron menos propensos a proponer ideas o resolver problemas.
“Descubrimos que las personas eran más creativas cuando tenían una presión de tiempo baja a moderada. Surgieron las nuevas ideas y soluciones creativas a los problemas”.
Brian Kenny asegura que las excepciones de creatividad a un ritmo intenso de trabajo surgen en ocasiones muy especiales o crisis inusuales.
Para aumentar las ideas y productividad a la par, las personas y empresas deben entender el significado y la importancia de su labor; así como la necesidad de velocidad en sus acciones. La motivación es clave.
En nuestra galería, seis hábitos inusuales para aumentar la creatividad.