Con la finalidad de servir mejor a sus clientes a largo plazo, una nueva sede del fabricante de automóviles más grande del mundo, será construida en el norte de Dallas, Texas para sus operaciones en Estados Unidos.
Dentro de los próximos tres años, los departamentos de manufactura, ventas, mercadotecnia y finanzas, que se encontraban en California, Nueva York y Michigan, se trasladarán a este nuevo campus corporativo, afectando a unos 4 mil empleados.
Pese a que el gobierno de Carolina del Norte ofreció más de 100 millones de dólares a Toyota para que trasladara su sede a Charlotte, su oferta perdió frente a una que hizo Texas, por la mitad de ese monto.
Pero este no es el único factor en la decisión de la compañía para reubicarse, el incentivo TEF, los bajos impuestos, las regulaciones y la mano de obra del Estado de la Estrella Solitaria fueron algunos de ellos.
"Los incentivos fueron apenas una de muchas consideraciones" que incluyeron geografía, transportación, costo de vida y oportunidades educativas, de acuerdo con un comunicado de Mike Michels, portavoz de Toyota Motor Sales U.S.A. Inc.
Las plantas de ensamble de la firma automotriz están en Texas, Kentucky, Mississippi e Indiana.
Además, las operaciones en San Antonio de la compañía automotriz japonesa, incluyen $2.3 mil millones de dólares y 2,900 puestos de trabajo.
La construcción comenzará este otoño y con esto se verá diluida la historia de Toyota en California que se remonta a 1957. Al parecer el costo para hacer negocios en el Estado Dorado contribuyó a la decisión de Toyota de mudarse.