Millones de estadounidenses están en la espera de un segundo cheque de estímulo que les ayude a solventar sus gastos en medio de la crisis económica y laboral que trajo consigo el coronavirus.
Los Senadores y la Cámara de Representantes se estancaron con las negociaciones que definirían el futuro de este segundo paquete de alivio.
Si bien por ahora se encuentra en discusión las órdenes administrativas tomadas por Donald Trump el pasado 7 de agosto, se espera que los integrantes del Congreso se sienten a discutir las propuestas que tienen sobre la mesa una vez que termine el receso de los senadores y los integrantes de la Cámara de Representantes.
Con los proyectos que salieron a la luz entre mayo y julio, se planeaba que la segunda verificación llegara a más tardar antes de septiembre. Sin embargo, la falta de acuerdo entre ambas partes obstaculizó el proceso de aprobación y por consecuencia la firma del presidente estadounidense.
Tras dos semanas de conversaciones, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, no lograron acordar el proyecto final con la presidenta de la Cámara de Represaentantes, Nancy Pelosi y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer.
Los demócratas y republicanos coinciden en que debe haber un segundo apoyo para ciudadanos que ganen al menos $99 mil dólares al año, con un cheque promedio de $1,200 por contribuyente.
Aunque ambas partes reanuden las negociaciones, la siguiente ley que destinará ayuda a los estadounidenses no podrá llegar antes de que inicie septiembre.
Entre los obstáculos que estancaron los proyectos se encuentra el seguro de desempleo, el cual los demócratas planeaban extenderlo hasta enero con un pago de $600 dólares y que los republicanos intentaron reducirlo a $400 dólares; además de la ayuda financiera para los gobiernos estatales y locales.
Los líderes demócratas sugirieron destinar un presupuesto de $915 millones a dicho objetivo, pero los republicanos se negaron.
En medio de la toma de decisiones surgió un importante conflicto con el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS por sus siglas en inglés).
Según los informes, los demócratas buscaron un apoyo de $25 mil millones de fondos para que el USPS reparta por correo las boletas de los siguientes comicios, ya que, debido a la pandemia, los ciudadanos no saldrán a votar.
Sin embargo, Donald Trump le dijo a Fox Business que se niega a aprobar una ley que impulse este tipo de votaciones postales, alegando que se originarán fraudes electorales.
“Si no hacemos el trato, eso significa que no pueden tener el dinero, eso significa que no pueden tener votación universal por correo”, le dijo al medio estadounidense.
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