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Seattle se convirtió en la primera ciudad de Estados Unidos en permitir que choferes de compañías como Uber y Lyft puedan formar sindicatos para decidir temas como salarios y condiciones de trabajo.
Por una decisión unánime, el consejo de la ciudad aprobó la medida, un ejemplo de cómo está cambiando la fuerza laboral del país y su relación con el nuevo modelo de empresas.
Tanto Uber como Lyft se opusieron a la medida argumentando que las ciudades no podían regular acuerdos colectivos, por lo que se prevé que la decisión sea apelada.
De acuerdo con el New York Times, la aprobación de esta medida es solo uno de los dolores de cabeza de la empresa Uber, que enfrenta también una demanda colectiva en California de los choferes que desean ser considerados empleados de tiempo completo y no solo “contratistas”
La ordenanza en Seattle requiere que las empresas que emplean o contratan choferes de taxi, las empresas de transporte por demanda y las aplicaciones para servicios de movilidad, negocien con sus conductores, en caso de que la mayoría demuestre que quieren ser representados. Los choferes serían representados por organizaciones sin fines de lucro certificadas por la ciudad.
Seattle ha estado a la cabeza del país en lo relativo a derechos de los trabajadores, como el aumento gradual del salario mínimo a $15 dólares por hora, además de requerir que la mayoría de las empresas ofrezcan licencia pagada por enfermedad, ejemplo que siguieron las ciudades de Los Ángeles y San Francisco, por lo que esta medida que protege a los choferes de Uber, podría ser replicada en otras partes.
Por su parte un vocero de Lyft, dijo al New York Times que la medida repercutirá en costos para los usuarios de los servicios de autos compartidos.
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