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El cambio climático afecta muchos aspectos de la vida, incluyendo la capacidad de las naciones para producir alimentos.
Hasta hace algunas décadas hubiera sido impensable la idea de quedarnos sin comida, sin embargo con el cambio climático que padece el mundo en la actualidad conviene explorar y prevenir esa posibilidad.
En Estados Unidos, grandes sectores del país se han visto afectados por sequias, tan solo el oeste de Texas, en donde se producen granos y se cría ganado las pérdidas que se reportan son billonarias.
Los campos de cítricos de la Florida que se han visto azotados por fríos inusuales en la última década también han sufrido pérdidas millonarias.
La gran pradera americana, considerada el granero del país también ha sufrido de inundaciones y fríos polares que han mermado la producción agrícola.
El cambio climático está afectando también a las abejas, responsables de la polinización de muchos de los alimentos que consumimos.
La capacidad para producir alimentos dependerá en gran medida de la forma en que las naciones se adapten a los nuevos patrones del clima y que se generen nuevos modelos de producción.
Es en el mejor interés de las naciones una urgente cooperación internacional que se enfoque en prevenir el desabasto de comida, pues si bien hoy en día hay naciones con abundancia otras carecen de lo indispensable.
Con información de The Guardian
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