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Una quinta parte de los propietarios de pequeñas empresas en Estados Unidos dicen que permitirían a un empleado consumir marihuana en sus horas de trabajo con una receta médica.
Así lo confirmó una encuesta publicada el por la compañía de seguros Employers Holdings, citada por el Chicago Tribune, que además encontró que el 42 por ciento de las empresas no tienen políticas escritas que prohíben a los empleados poseer, usar o estar bajo la influencia de la marihuana, y el 74 por ciento no requieren que los empleados se hagan exámenes antidoping.
El estudio que hizo la compañía de seguros Employers Holdings encuestó a 500 propietarios de pequeñas empresas con menos de 100 empleados, todas en los 23 estados y el Distrito de Columbia que han legalizado la marihuana para uso médico.
En dichos lugares, de acuerdo con la encuesta y los resultados, tienen que considerar cómo equilibrar el derecho de los empleados a usar la droga con el mantenimiento de lugares de trabajo seguros para todos los miembros de la empresa.
A decir del Chicago Tribune, en Illinois, donde los dispensarios están preparando para abrir a los pacientes que requieran marihuana, los empleadores no están obligados a permitir a sus trabajadores que utilicen marihuana medicinal.
El Departamento de Salud Pública de Illinois ha emitido 3,100 cartas de aprobación a los pacientes que requieran la droga para uso medicinal, de acuerdo con el mencionado diario de Chicago.
De acuerdo con los resultados, casi dos tercios de los propietarios de pequeñas empresas consultados en la encuesta dijeron que no permitirían el uso de marihuana en el trabajo. Diecisiete por ciento dijo que no estaban seguros de si lo harían.
Pero más del 80 por ciento dijo que permanecen sin preocuparse por los empleados que vienen a trabajar. Una décima parte dijo que los empleados han demostrado que pueden trabajar bajo la influencia de drogas, alcohol o analgésicos.
Employers Holdings se especializa en el aseguramiento de las pequeñas empresas y recomienda a los empleadores instituir un lugar de trabajo libre de drogas con directrices claras que indican lo que está prohibido y las consecuencias de violar las reglas.
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