Tiendas, bares y hasta supermercados de Estados Unidos comenzaron a instalar focos que emiten luz azul en sus baños para disuadir el consumo de drogas.
La privacidad que otorgan los sanitarios hace que las personas acudan a ellos para hacer cosas inapropiadas, como consumir drogas, así que los dueños de los establecimientos han comenzado a instalar cámaras o colocar personal de seguridad para impedir su uso.
Se tiene la teoría de que la iluminación azul complica que las personas encuentren sus venas para inyectarse heroína y cocaína, aunque el proyecto se encuentra a prueba para demostrar su efectividad.
Las luces se instalaron en cerca de 20 tiendas de la cadena Turkey Hill Minit Markets para disuadir a las personas de drogarse en sus baños y tratar de combatir los niveles de robo que registraban.
El gerente de la cadena, Matt Dorgan aseguró que tras la implementación se presentó una reducción dramática del consumo de opiáceos en sus establecimientos, de acuerdo con The Washington Post.
Sin embargo, un estudio elaborado en 2016 por investigadores de universidades canadienses analizaron la forma en que la luz azul combate el consumo de drogas por vía intravenosa.
Fueron entrevistadas 18 personas de las ciudades canadienses de Vancouver y Abbotsford que utilizaban drogas inyectables para saber el grado de influencia de la iluminación en su consumo.
La investigación arrojó que la necesidad de obtener droga hizo que la iluminación no fuera un impedimento para inyectarse, aunque era más complicado encontrarse las venas.
Algunos de los participantes aseguraron que en el pasado se habían inyectado debajo de luz azul, sin dudar por las complicaciones que les generaría.
Este tipo de iluminación causa que las inyecciones sean más peligrosas de lo que ya son, ya que los consumidores podrían equivocarse de zona e introducir la aguja en una zona diferente a las venas y lesionarse.
Consulta en la galería de la parte superior algunos datos sobre el peligro de consumir drogas inyectables.