Un auto usado o seminuevo es la solución para adquirir un auto a precios considerables sin gastar una fortuna.
Para evitar que la compra sea un fracaso o los usuarios se arriesguen a un fraude, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) da una serie de recomendaciones a considerar a la hora de comprar un auto usado.
En una guía publicada en la Revista del Consumidor, la instancia gubernamental sugiere, primero, elegir la mejor opción de compra para no dañar las finanzas personales, y segundo considerar los gastos que engloba comprar un auto, ya sea usado o no, de forma inmediata y a largo plazo.
“No puedes perder de vista los costos de funcionamiento, como los gastos en gasolina, el seguro, impuestos, mantenimiento y las reparaciones, entre otros aspectos”, dice la procuraduría.
Esto incluye revisar marcas y empresas formales, que ofrezcan procesos de venta fáciles y legales y seguros, así como facilidades de financiamiento y garantías.
En lugar de elegir un vendedor de tianguis o de redes sociales, opta por una empresa segura y con respaldo, así evitarás comprar un carro con desperfectos y te protegerás de fraudes.
Antes de decidir comprar un auto en específico, considera hacerle una investigación sobre su estado mecánico, así evitarás comprar un auto defectuoso o con riesgo a descomponerse en un futuro cercano.
También revisa las llantas y los rines del auto que deseas comprar. Considera que si no están en buen estado a la hora de que lo lleves a casa, tendrás que invertir en llantas nuevas, lo que significaría un gasto extra.
Esto no sólo incluye las llantas, sino que engloba la pintura del vehículo, que las puertas no estén descuadradas o dañadas; también revisa que los acabados estén en correctas condiciones y que te aclaren si son originales o reparados.
Eso no todo. Revisa el estado de las vestiduras, olores, manchas y signos de humedad tanto en la cabina como en la cajuela.
Al momento de la compra debes revisar si todo funciona, ya sea los botones del tablero, radio, puerta de la guantera, elevadores de los vidrios, seguros, así como limpiaparabrisas, luces, y control de quemacoco, si aplica.
Toda la documentación del auto en cuestión, así como los papeles de compra-venta deben estar claros, actualizados y en regla.
Antes de pagar por el auto, revisa papeles de verificación vehícular, refrendo de placas y adeudos de multas, principalmente.
De paso verifica que el auto no tenga reportes de robo, pérdida o si estuvo vinculado a algún tipo de delito en el sitio de Registro Público Vehícular: http://www2.repuve.gob.mx:8080/ciudadania/consulta/.
Este número debe aparecer tanto en el tablero del lado del conductor, dentro del auto, como en la tarjeta de circulación.
Si manejas antes de adquirir el auto podrás darte cuenta de otros detalles como el funcionamiento de la máquina o vibraciones que puedan mostrar alguna falla.
Si es posible, revisa el manual de servicio del automóvil para revisar si tuvo algún servicio en agencia.
Comprar un auto usado es una opción de ahorro significativo. Antes de pagar revisa si puedes ahorrar aún más o si el precio que te dan es similar a otros lugares.
Para saber el valor del auto puedes consultar a una agencia o con un tasador profesional.
Puede que te encante el primer auto que veas y te convenza, pero considera buscar más opciones de compra e informate, así encontrarás el mejor auto que se adapte a tus posibilidades y necesidades.
Después de comprar el auto no tardes en hacer el cambio de propietario ante la oficina de tránsito correspondiente. Para ello necesitarás la factura endosada a tu nombre.
“Piensa bien tu presupuesto, podrías tener gastos inmediatos en tu auto después de adquirirlo”, señala la Profeco. Estos gastos incluyen gastos de mecánico, gasolina, impuestos, verificación y mantenimiento, por mencionar algunos.